Ingleses repatrían al grupo que comandó Rivero en Malvinas
EL 29 DE JUNIO DE 1835

Ingleses repatrían al grupo que comandó Rivero en Malvinas

29/06/2020
E

l Almirantazgo británico ordena al contraalmirante Graham E. Hammond que ejecute la repatriación “tan pronto como sea posible” del grupo comandado por Antonio Rivero. La orden fue firmada por C. Wood, quien explica que “me ha sido ordenado por los Lores comisionados del Almirantazgo, de poner en su conocimiento que al parecer los magistrados judiciales de la Corona no pueden aconsejar proseguir la acción fiscal de los individuos que han sido traídos a Inglaterra bajo la acusación de asesinato, cometido en las Malvinas en agosto de 1833, y sus señorías han ordenado por lo tanto que los hombres, con las personas arrestadas como testimonio del rey, sean enviados de vuelta a Sud América, por el primer paquete…” (Juan Lucio Almeida. Antonio Rivero el gaucho de las Malvinas. Todo es Historia N°20).
Desde Río de Janeiro, Hammond solicita al cónsul en Buenos Aires que tramite la autorización del gobierno para efectuar el desembarco de los detenidos. El funcionario inglés le responde que carece de instrucciones al respecto y “no estoy dispuesto a abrir correspondencia con el gobierno, la cual puede finalmente conducirnos mucho más allá del simple hecho de cómo se ha de resolver la entrega de esos hombres”. Luego, sostiene “que los argentinos no están dispuestos a abandonarlas” a las Malvinas y teme que el gobierno de Buenos Aires lo tome “como un reconocimiento por mi parte, de un derecho que no existe”.
El cónsul, al considerar como inconveniente la solicitud del permiso de desembarco, aconsejó al capitán del ‘Talbot’, barco al que fueron transferidos los detenidos, “autorizarlos a ir a tierra, bajo propia responsabilidad, en cuanto se ofrezca una oportunidad”, dado que no podría generar dificultades.
Ante la escasa posibilidad de hacer la operación de desembarco en condiciones de legalidad, ya sea en el puerto de Buenos Aires como en el de Montevideo, comenzaron a barajarse otras opciones, como la alternativa de que en el momento del amarre del barco en el puerto uruguayo, los detenidos “desembarcasen bajo su responsabilidad”, dejándoles las puertas abiertas para que los acusados de los asesinatos de cinco personas puedan acceder  libremente a la rada del puerto.
Este proceder de la justicia británica, nunca fue suficientemente explicado y no se cuenta con documentación que lo haya podido esclarecer hasta la fecha.

Autor : Bernardo Veksler
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