El escritor Paul Groussac entrevista a Simón Radowitzky
EL 3 DE ENERO DE 1914

El escritor Paul Groussac entrevista a Simón Radowitzky

03/01/2022
A

lrededor de esta fecha, el escritor Paul Groussac entrevista al anarquista Simón Radowitzky, en el Presidio. Lo singular del encuentro fue que el francés era un acérrimo detractor de esa corriente ideológica. Por ese motivo, Radowitzky tuvo muchos reparos en aceptar la reunión, a la que finalmente accedió.
La crónica del encuentro fue reproducida en el periódico anarquista ‘La Protesta’, que hace una introducción calificando al francés como “un escritor conocido en los ambientes nacionalistas”, donde destila “su odio ilimitado sobre el anarquismo y los anarquistas (…) Por eso tiene valor la descripción que hace (…) y su conversación con Radowitzky. He aquí como habla el enemigo más bilioso y lleno de prejuicios del vengador de los masacrados el primero de mayo de 1909 por orden de (comisario Ramón L.) Falcón” (Citado por Carlos Pedro Vairo en El Presidio de Ushuaia volumen II).
Escribió Groussac: “El penado 155 está (…) castigado en una celda, a pan y agua, por haberse rehusado saludar al guardián en jefe (…) el carácter indisciplinado y recalcitrante del joven terrorista, a quien ningún rigor ha podido reducir y cuyo ascendiente sobre sus compañeros de prisión sería de temer”.
“La estrecha celda en la que penetro, blanqueada con cal, con la puerta de ventanilla enrejada por única abertura, está amueblada con una cama de hierro, con un lavatorio provisto de lo necesario, con una pequeña mesa y una silla; todo muy limpio y sin dar pruebas de incuria. En la pared una valija y la fotografía de una mujer joven, bastante bien parecida. Me encuentro ante un hombre muy joven, de apenas veinticinco años (se sabe que su condena a muerte fue conmutada por razón de edad), de altura mediana y delgado, de rostro pálido y liso, cuyos rasgos regulares y finos forman un conjunto más bien simpático para quien no detesta un poco de expresión brava en la energía viril. De ojos grises, próximos, de mirada franca y recta, con negras pestañas separadas por una arruga vertical, correspondiente a los pómulos salientes y al mentón cuadrado de los voluntaristas”.
Su descripción concluye: “un aspecto de no mal muchacho (…) y que yo me reprocho in petto de hallar más atractivo que el de tal o cual de sus guardianes”.
“Todas sus respuestas a mis interrogantes giran en torno a este refrán: ‘el burgués es para el trabajador un enemigo irreconciliable a quien hay que destruir’” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    100%
    5 votos
  • No me interesó
    0%
    0 votos