Mujeres obreras patagónicas concretan primera manifestación
EL 17 DE ENERO DE 1919

Mujeres obreras patagónicas concretan primera manifestación

17/01/2022
E

ste día, se produce la primera manifestación de mujeres obreras en la Patagonia, en el marco de una huelga general decretada por la Federación Obrera, luego de su clausura.
“El 17, lo inesperado, lo que jamás habían visto las calles de Río Gallegos: una manifestación de mujeres proletarias. Reclaman la libertad de los hombres que están en la cárcel” (Osvaldo Bayer. La Patagonia Rebelde).
La versión policial indicó que la manifestación “se desacató a la autoridad en momentos que la policía invito a disolverse”. Las mujeres insultaron a los policías y “luego sucede lo más grave. El sargento Jesús Sánchez –por orden superior- procedió a la detención de la mujer organizadora de la marcha, la española Pilar Martínez (cocinera, viuda, de 31 años con 9 de residencia en la Argentina)”.
El parte policial dio cuenta que la mujer “le asestó un fuerte puntapié en los testículos produciéndole una contusión dolorosa que lo dejó inutilizado para el servicio durante dos días”. El parte del médico de la institución señaló que “sanará sin dejar consecuencia alguna para el ofendido”.
Un folleto obrero relató lo sucedido de la siguiente forma: “Una tarde del mes de enero de 1919 y en circunstancias que un grupo compuesto de ocho a diez mujeres cuyos vestuarios denunciaban su condición de clase –obreras- desemboca en el cruce de las calles Zapiola y Sarmiento, fueron bruscamente obligadas a detener su marcha por un pelotón de agentes que a las órdenes de un particular y tres oficiales intimidaban a las mismas apuntándoles con carabinas mientras el jefe del pelotón las interrogaba”.
Luego de inquirir sobre las razones de la movilización, las intiman a disolverse. Como las mujeres no desisten, “los jinetes hicieron caracolear sus corceles sobre el grupo de indefensas mujeres a las que a empellones de los brutos lograron poner en fuga”.
A dos o tres mujeres “que los increpaban indignadas, les cruzaron el rostro a latigazos mientras un sargento de enormes mostachos después de derribar a una de ellas que presentaba síntomas visibles de embarazo, se apeaba prestamente y tomando a la caída de los cabellos la pateaba golpeándola a la vez sin clemencia. El resultado de esta edificante jornada fue que dos de las apaleadas pasarán a la cárcel local por agresión a la autoridad, escándalo en la vía pública o cualquier otra calificación de delito”, concluyó la narración de los obreros (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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