Un arreo de seiscientos vacunos es noticia en Buenos Aires
EL 2 DE FEBRERO DE 1882

Un arreo de seiscientos vacunos es noticia en Buenos Aires

02/02/2023
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ste día, arriba a Montevideo el vapor ‘Cordillera’, procedente del Pacífico. De la correspondencia que portaba, “la prensa porteña extrajo una noticia sumamente interesante. El arreo de seiscientas cabezas de ganado vacuno despachado por (Carlos M.) Moyano desde el valle superior del río Chubut, con el objeto de constatar prácticamente la bondad del camino señalado por sus dos guías indígenas en 1881, hallábase en Santa Cruz en buen estado de engorde” (Leoncio. Deodat. Descubridor de historias).

Este arreo, a manera de ensayo, fue el primero que “registra la historia pecuaria de Patagonia”.

Hasta ese momento, los intentos por introducir ganado en la zona austral se realizaban por vía marítima. “A fines de 1878, o principios de 1879, el Gobierno Nacional embarcó en el velero ‘Buchardo’ con destino a Santa Cruz, cierta cantidad de vacunos y caballares. Sesenta y cinco días de navegación permitieron desembarcar noventa y ocho vacunos y seis yeguas, en deplorable estado. Al cabo de un mes murieron doce vacunos, empanzados unos y de debilidad otros, sin tener en cuenta los dos únicos toros muertos en la travesía”.

Estos resultados impulsaron la exploración del arreo desde Chubut, “que salvara los invencibles obstáculos ofrecidos por una larga y penosa navegación”.

Para organizar el arreo, Moyano salió de Santa Cruz en octubre de 1880, lo guiaban dos baqueanos indios, Lara y Cachihuano, éste último hijo del cacique “Casimiro Bivois. Siete yeguas por toda recompensa…”

Para sondear un posible camino de regreso, “costean el río Chico, trazan un amplio círculo cuya convexidad los acerca a las fuentes del Deseado, buscan el Senguerr; ya en pleno Chubut alcanzan los lagos Musters y Colué Huapí, para salir al río Chico cuyo cauce les lleva hasta su desembocadura con el Chubut donde, en su valle superior, encuentran instalada la colonia galesa. Finalizaba el año 1881”.

En la primavera, “la hacienda es puesta en marcha, y luego de recorrer la larga y tortuosa huella rica en buenos pastos y excelentes aguadas, llega a destino sin tropiezos ni inconvenientes con un número de cabezas aumentado por la parición. Dijo bien ‘La Prensa’ en su número del 4 de febrero: ‘Es tal vez esta una de las obras más benéficas que los exploradores que han recorrido las diversas regiones de nuestro país habrá llevado a cabo” (op.cit.).

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