En un asalto, en un colectivo de Buenos Aires

Muere joven fueguino a manos de un policía

17/08/2011
U
n joven de 25 años oriundo de la ciudad de Río Grande murió en manos de la policía mientras intentaba asaltar el pasaje del interno 67 de la línea de colectivos 79, en Buenos Aires.
En el micro iban diez pasajeros más el chofer. Eran las 4.30 de la madrugada del lunes, y la unidad estaba a punto de subir al Puente Vélez Sarsfield para entrar a Capital Federal, cuando se subieron cinco jóvenes y se repartieron en distintos asientos.
Pronto quedó claro que estaban armados y tenían intenciones de robar a todos los presentes. Pero uno de los pasajeros era un oficial de la Policía Metropolitana que iba rumbo a su trabajo, en la Comuna 12 (Saavedra y Villa Pueyrredón), y todo terminó a los balazos.
Mientras el colectivero aterrado seguía manejando, el policía mató a dos de los cinco ladrones mientras que los otros tres –los más chicos en edad– lograron bajarse y escapar corriendo. El episodio comenzó en la Provincia de Buenos Aires pero terminó en Barracas, donde el chofer se paró al ver una camioneta de Prefectura. Por eso en el caso estaba interviniendo el juez de Instrucción de Capital Juan Martín Ramos Padilla.
El policía –28 años, con un pasado en la Infantería de Marina– quedó demorado e incomunicado. Su situación recién podría modificarse hoy, informaron fuentes de la Metropolitana. Si bien el jefe de esa fuerza, Eugenio Burzaco, salió a respaldar a su subordinado, lo cierto es que no está muy claro si éste se defendió de un ataque armado o si directamente disparó a matar.
“El oficial de la Metropolitana actuó con valentía y profesionalismo para proteger la vida del conductor y los pasajeros del transporte”, declaró Burzaco en un comunicado. “Todo policía es un funcionario público y como tal debe responder ante un delito que se le presenta en flagrancia ante sí, esté o no en servicio”, agregó el funcionario.
Poco antes, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, también había hablado del episodio. “Está muy bien el muchacho, un poco nervioso por lo que le tocó vivir, pero bien”, declaró en relación al policía, y recalcó que en el colectivo se secuestraron armas supuestamente propiedad de los asaltantes baleados. Montenegro habló de “serie de disparos”, y un primer comunicado oficial de la Metropolitana sostiene que los ladrones “comenzaron a disparar”. Sin embargo, un testigo (uno de los pasajeros) con el que habló la agencia Télam dio otra secuencia.
“Estaban sacadísimos, muy nerviosos, y no se les entendía lo que decían”, contó un hombre, Leonardo, describiendo a los ladrones. “Todo ocurrió muy rápido. Me querían sacar la billetera y yo les mostré que no tenía plata. Entonces, el policía se identificó. Yo no lo escuché porque tenía el MP3 puesto, y empezaron los disparos”, relató el hombre.
Matías Palacios, uno de los muertos, era un joven fueguino de 25 años, quien desde hacía algún tiempo ya se había radicado en Buenos Aires, con antecedentes importantes a nivel local, ya que solo basta recordar que estuvo en prisión tras la condena recibida por un resonante hecho de sangre ocurrido en Río Grande el 31 de marzo de 2000.
En aquella oportunidad Palacios asestó una puñalada al joven Nahuel Fernández, por aquel entonces de 17 años, quien salvó la vida en el Hospital Regional Río Grande, cuando un médico incluso debió bombearle “a mano” el corazón para “resucitarlo” en la mesa de operaciones, tras la herida que la víctima había recibido en el pecho. Su familia ya se encuentra en Buenos Aires, donde realizan los trámites inherentes a la posibilidad de recuperar su cuerpo.
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