E
n el marco de la conmemoración del Día de la Soberanía Nacional, el intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, destacó ayer que “nos toca muy profundamente y de cerca ya que cada día luchamos por recuperar la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas. Por eso, conmemorar el Día de la Soberanía Nacional nos permite, una vez más, reclamar por ellas. Pidiendo en paz y ante los organismos que sea necesario para recuperar nuestro territorio”.
“La soberanía es la lealtad a nuestra tierra, el respeto por nosotros mismos, por las generaciones futuras y por todos aquellos que han luchado por nuestro territorio, como en el Combate de la Vuelta de Obligado, que da origen a la fecha que hoy se celebra”, destacó Sciurano, y afirmó que “como cada vez que hablo de este tema, me parece importante destacar que desde Ushuaia damos un mensaje de unión y paz, pero buscando sin descanso recuperar la soberanía de las Malvinas, que nos corresponde por ser tierras argentinas. Es muy importante que sigamos dando este mensaje al mundo y más en fechas como hoy”.
Día de la Soberanía Nacional
Este hecho histórico es recordado como feriado nacional a partir de la promulgación de la Ley 20.770, por la que el 20 de noviembre se declaró Día de la Soberanía Nacional tras la iniciativa del historiador José María Rosa.
Se conmemora la Batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845, en el lugar que da nombre al enfrentamiento, donde las tropas argentinas cruzaron cadenas a lo ancho del río Paraná –a la altura de San Pedro, provincia de Buenos Aires–, para tratar de impedir el paso de las naves anglofrancesas.
Los protagonistas de la batalla fueron las tropas de la Confederación Argentina, liderada por Rosas, y por el otro lado la “entente cordiale”, una alianza entre Inglaterra y Francia, dos de las potencias más aventajadas de la época.
Los daños producidos a la “entente” en Obligado, y posteriormente en Tonelero, San Lorenzo y Punta Quebracho, obligaron a los enemigos a desistir de una “intervención en el Río de la Plata” que si bien estuvo orientada a garantizar sus propios intereses comerciales, escondía alguna intención inducida “desde adentro” para independizar la Mesopotamia.
