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ersonal municipal abocado a la obra del Centro Comercial a Cielo Abierto descubrió el jueves pasado un yacimiento arqueológico que incluye restos óseos y fósiles que datarían de entre 4 y 6 mil años de antigüedad, a partir de lo cual se trabaja en conjunto con el CADIC y el Museo del Fin del Mundo.
El secretario de Desarrollo y Gestión Urbana, Juan Munafó comentó que “afortunadamente, hubo un transeúnte que el viernes vio que estaban sacando conchillas en la obra e inmediatamente nos advirtió”, y en ese contexto “se alertó a los operarios porque se conoce perfectamente la ley que hay al respecto de estas situaciones”.
Munafó contó que ”rápidamente se puso en contacto personal del CADIC y del Museo del Fin del Mundo, quienes han hecho un trabajo extraordinario porque han estado el viernes y el sábado trabajando en el lugar”, y en tal sentido indicó que “el sábado por la tarde vimos que había más material, recogimos todo el sedimento y lo pudimos enviar al Museo para que lo puedan seguir analizando en mejores condiciones”.
El Secretario detalló que “estamos hablando de pedazos de arpones, huesos de animales y demás que están siendo analizados por estas instituciones”, y aseguró que se mantiene “contacto permanente” con los especialistas del tema, a la vez que se analiza dejar algún hito en la vereda misma donde se realizó este hallazgo, tal vez con alguna muestra permanente.
“Estamos muy agradecidos por el esfuerzo que ha puesto la gente del CADIC y del Museo para activar esto, siempre con pasión, dedicación, rapidez pero sobre todo con un compromiso muy grande con la historia de nuestro pueblo”, destacó Munafó.
Por su parte la investigadora asistente del CONICET, Angélica Tivoli, recordó que “el jueves nos avisaron para que interviniéramos profesionalmente para recuperar la mayor cantidad posible de material”, y detalló que durante la jornada del pasado viernes y sábado ”se excavó el material arqueológico de la zanja que fue abierta para tirar el cableado”, para agregar que posteriormente “se tamizó una parte del material hasta cierta profundidad y el resto se embolsó para tamizarlo en los laboratorios”.
