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as últimas jornadas han sido para Río Grande de las más violentas que se recuerden. A robos, incendios intencionales y grescas que requirieron de intervención policial se les sumaron dos hechos de sangre que incluyeron el uso de armas de fuego.
Es así que el viernes durante las últimas horas de la tarde, un joven con frondoso prontuario policial protagonizó un violento hecho que incluyó disparos de arma de fuego. El involucrado fue Cristian “Chino” Crespi, quien acudió al Sanatorio Fueguino, lugar donde trabaja su ex pareja.
Allí, pidió por ella, la citó en el auto y tras discutir unos minutos, sacó un arma de fuego y efectuó varios disparos dentro del vehículo. Dos de esos balazos impactaron en la mujer, que recibió así un tiro en la mano y otro en la pierna.
La mujer ingresó bañada en sangre a la clínica donde fue atendida de urgencia mientras que Crespi huyó con rumbo desconocido. A partir de allí se desplegó un importante operativo policial que incluyó varios allanamientos, con saldo negativo.
Un rato después, la Policía de Tierra del Fuego encontró el vehículo de Crespi, un Audi A3 de color blanco, en un lavadero del centro de la ciudad donde el agresor buscaba eliminar las huellas de su agresión. Incluso en el interior del vehículo se habrían encontrado vainas servidas del arma con la habría agredido a la mujer.
Pasaron dos días y mientras la causa ya se inició por tentativa e homicidio, el paradero de Crespi sigue siendo desconocido toda vez que la mujer baleada se recupera favorablemente en el Sanatorio Fueguino.
Un balazo en la cara
Casi un día después, se produjo otro hecho sangriento que incluyó un arma de fuego. Esta vez, el damnificado fue Fabián Contreras Barrientos, de 27 años, quien retornaba a su hogar el sábado por la noche y a pocas cuadras de llegar, desde un automóvil le dispararon una vez.
El hecho ocurrió sobre la calle El Alambrador, a pocos metros del ingreso al barrio 25 de Octubre, en los asentamientos de Margen Sur. En esa zona, desde un vehículo no identificado se efectuó un disparo que dio en el rostro de Contreras Barrientos.
Milagrosamente, la bala no fue mortal y solo le produjo a la víctima la fractura del maxilar izquierdo, siendo intervenido quirúrgicamente en el Hospital Regional Río Grande. Previo a ello, el joven de 27 años se trasladó por sus propios medios hasta la comisaría de Margen Sur, distantes unas ocho cuadras del lugar del hecho.
Si bien no hay mayores precisiones del hecho, se supo que el disparo se efectuó desde un auto en movimiento y de acuerdo a lo poco que pudo expresar el damnificado, la situación guardaría relación con un ajuste de cuentas.
Vehículos indenciados
Durante las primeras horas del viernes y la mañana del sábado se produjeron en Río Grande dos incendios intencionales de similares características, que generan sospechas y que mantienen a la fuerza policial en activa investigación para tratar de saber si guardan conexión entre sí.
Cerca de las seis de la mañana del viernes, una joven llamada Vanesa Orquera, de 26 años, denunció que personas desconocidas provocaron un incendio intencional en su automóvil Volkswagen Fox.
El vehículo siniestrado cual se encontraba estacionado en el pasaje Chamorro al 1800, frente al domicilio de la joven. El fuego, que consumió la parte trasera del rodado, fue rápidamente extinto por Bomberos Voluntarios que constató a través de pericias que se trató de un incendio intencional.
Un día después, se produjo un ígneo de características similares, pero esta vez en pleno centro de Río Grande. Cerca de las 7 de la mañana del sábado, una persona de la que se desconoce su paradero, prendió fuego dos autos y parte de una vivienda.
En efecto, el sujeto que aún no fue identificado, incendió un Volkswagen Gol y un Peugeot 207, que eran propiedad de Marcelo Burrut de 33 años y Javier Fernández de 35, respectivamente. Además, el fuego afectó gran parte del garaje de la vivienda.
La ardua labor de los Bomberos Voluntarios impidió que el fuego se expandiera a toda la vivienda a las casas linderas, que en esa manzana se encuentran muy encimadas, lo que podría haber generado una tragedia mucho peor.
En ambos incendios, los damnificados no supieron atribuir los hechos delictivos a ninguna causa en particular por lo que las fuerzas de seguridad intentan dar con algún dato certero que permita saber quién o quienes perpetraron los incendios.
