E
l pasado 9 de octubre por la tarde, y en el marco de la Jornada de Participación Estudiantil, los chicos y chicas del Colegio Monseñor Alemán de Ushuaia constituyeron el primer Centro de Estudiantes, a partir de la designación de una Comisión Normalizadora. Quedaron al frente de la misma Elián Bernhardt y Catalina Páez como presidente y vice; y Sofia Munch, Sofia Magoia, Yazmín Barrionuevo, Octavio Cavallieri y Florencia Lambert como secretarios.
Coordinada por el profesor de historia Luciano Simonelli, y en horas de la mañana se organizó una charla sobre “La Noche de los Lápices”, en la cual participaron los referentes de Derechos Humanos Patricia Podestá y Daniel Guzmán.
La denominada “Noche de los Lápices” constituye uno de los episodios más oscuros de la dictadura cívico militar que gobernó el país a partir del 24 de marzo de 1976; al secuestrar y torturar a 10 alumnos del Colegio Normal N° 3 de La Plata y hacer desaparecer a 6 de ellos, por reclamar la restitución del boleto estudiantil conseguido en 1975.
Las víctimas tenían entre 16 y 18 años, eran militantes de los centros estudiantiles, integraban la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), y realizaban tareas solidarias en barrios carenciados.
De la charla también participaron la legisladora Amanda del Corro impulsora de la Ley Provincial de Centros de Estudiantes; Nahuel Cayo, alumno de la EPET y Rocío Jaque, del Colegio Los Andes, quienes promovieron la aplicación del boleto estudiantil en la ciudad capital de la Provincia; el Concejal Silvio Bocchicchio, quién tomó el proyecto y logró su aprobación dentro del Concejo Deliberante; y el licenciado en Historia Juan José Mateo, quien disertó sobre organización juvenil nacional durante la última década y los desafíos pendientes.
La charla alcanzó momentos de alta emotividad cuando Patricia Podestá, explicó los trabajos sociales, la organicidad y la militancia que los estudiantes realizaban en la década de los 70, y como en mayo de 1976, a tan solo 2 meses del Golpe de Estado, con tan solo 15 años, fue secuestrada por el Ejército y detenida hasta fines de 1980. Al comienzo de esa década, Podestá participaba de la Organización Católica Juvenil, realizaba trabajo social y apoyo escolar en barrios carenciados de la Zona Norte del Gran Buenos Aires, militando también en UES.
En un día histórico para el Colegio Monseñor y a 38 años de la “Noche de los Lápices”, cuando sus estudiantes tomando el ejemplo de luchas pasadas y pudieron organizarse en Asamblea, el relato que le tocó revivir a Patricia Podestá motivó a varios de los estudiantes a valorar la vida y la democracia.
Tras la charla se eligió una Comisión Directiva Normalizadora cuya función será defender los intereses del estudiando, mientras redactan un Estatuto para convocar a elecciones.
