Juicio por el crimen del prestamista de 89 años

Micaela Paz confesó que apuñaló a Echazú

29/10/2014
L
a suerte de Micaela Paz, única imputada de cometer el crimen del prestamista Carlos Echazú, de 89 años, el 10 de marzo pasado, ya no depende de que se demuestre su participación en el hecho, sino de la forma en que los jueces califiquen el delito que cometió.
Es que la joven de 25 años confesó el martes, en el inicio del juicio oral y público, que apuñaló al antiguo poblador en el interior de su vivienda situada en la calle Ruiz Galán al 700. Y con ello, más el testimonio de la joven de 16 años que dijo haber presenciado la ejecución, poco queda por corroborar acerca de que fue la acusada y no otra persona quien cometió el crimen.
Sin embargo, lo que resta dilucidar al Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia, no es para nada menor. Hasta el momento Paz fue acusada de homicidio calificado, una figura que podría significarle una pena de prisión perpetua. En cambio su defensa argumenta que se trató de un homicidio bajo estado de emoción violenta, una interpretación que podría implicarle una condena sensiblemente inferior.
Varios indicios complican a la imputada. Sus amigas e inclusive la chica que presenció el hecho, aseveraron que el móvil del asesinato fue perpetrar un robo. Paz necesitaba dinero para pagar los honorarios del abogado que pudiera defender a su pareja, Matías Turra, preso por haberla agredido.
Los testigos sostienen que Paz había anticipado su accionar, aunque en tono de broma. Una vez en el lugar preparó el escenario, mandó a cerrar las cortinas de la casa y cerró la puerta de acceso con llave, según relató la adolescente que la acompañaba.
Distinto hubiera sido si mientras intentaba el robo, se hubiese producido una circunstancia que hubiera terminado en la muerte de la víctima.
Sin embargo la defensa ejercida por el abogado Raúl Paderne, intenta postular una hipótesis alternativa: que la joven forcejeó con Echazú en el medio de un supuesto ataque de connotaciones sexuales.
La menor de edad que contó detalles del accionar de su amiga nada aportó sobre ese presunto ataque del hombre. Y a decir verdad, no hay demasiados indicios de que haya ocurrido de esa manera.
Aun así, también resta saber la calificación que postulará el fiscal Fernando Ballester Bidau. La confesión de la sospechosa, sumada a la historia de violencia de género que precedió el hecho (buscaba dinero para liberar al hombre que la había golpeado y que ahora está libre) podría tener incidencia, ya no en la culpabilidad de la joven, pero sí en la mensura de la pena cuya aplicación se solicite.
El caso varió entonces desde los márgenes de duda que suelen rodear a la comisión de un homicidio, respecto de la autoría y las pruebas incriminantes, a un terreno donde el problema consiste en elegir una sanción acorde con las circunstancias completas del episodio ocurrido y del perfil de quien lo protagonizó.

Hora de alegatos

Los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Guillermo González escucharán hoy a partir de las 9.30 los alegatos de la Fiscalía, en primer término, y de la Defensa después.
Será el último paso antes de que la acusada se dirija al tribunal con algunas palabras y los magistrados se retiren a deliberar hasta emitir un veredicto, que podría darse a conocer hoy o posiblemente mañana, indicaron fuentes judiciales.
En la víspera declaró el perito forense Carlos Alegre Gervasoni, quien se refirió al estudio de autopsia realizado sobre el cuerpo de Echazú, a pedido del fiscal Ballester Bidau.
Según el especialista, la víctima recibió cerca de 60 puñaladas, varias de ellas de características mortales por haber sido asestadas en puntos vitales del cuerpo.
El arma homicida, que habría sido un cuchillo de unos 30 centímetros descartado luego por la mujer, nunca apareció y por lo tanto no obra como prueba en el expediente.
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