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rabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) enrolados en ATE llevan adelante desde ayer y hasta el jueves un paro de actividades en reclamo de apertura de paritarias y en repudio al pedido de “conciliación voluntaria”. En Tierra del Fuego la medida afecta a las personas que programaron para esos días el inicio sus vacaciones y deben dejar la isla con sus mascotas.
Según informó el portal de noticias Gremiales del Sur, “la medida de fuerza fue ratificada por el gremio ante la negativa de las autoridades del SENASA a convocar a una mesa de diálogo nacional, en el marco de la audiencia llevada a cabo en el Ministerio de Trabajo el último 11 de diciembre tras la finalización del proceso de conciliación obligatoria”.
Los trabajadores repudiaron también el pedido de “extensión de la instancia de conciliación de manera voluntaria” efectuado por el Ministerio de Trabajo de la Nación. “Esa solicitud no tiene lugar ya que nuestro conflicto no data de hace veinte días sino que hace más de seis años que estamos luchando para la apertura de las paritarias”, indicaron desde ATE Buenos Aires.
A ello agregaron que “frente a esta situación, y terminada la conciliación obligatoria, retomamos las medidas de acción con un paro nacional de 96 horas desde este lunes, que esperamos que sea tan fuerte y contundente como el anterior y que, finalmente, haga que nos escuchen y que terminemos el año con un ofrecimiento concreto y real de resolución a nuestros reclamos”
Sin atención en Río Grande
Una de las consecuencias fue la no atención al público desde ayer en oficina de Río Grande ubicada en barrio AGP, lo que impidió realizar los trámites necesarios para poder salir de la isla con mascotas. Ello obligó a muchos riograndenses a trasladarse hasta Ushuaia pata poder concretar el trámite, lo que hoy no será posible ya que el personal se pliega a la medida. Además, a esto hay que sumar que el viernes no habrá atención debido a un feriado institucional.
Lo cierto es que la medida generó un marcado malestar entre los vecinos que debían salir de vacaciones tanto por tierra como por avión, y necesitaban retirar la documentación necesaria. Muchos se vieron obligados a reprogramar su salida con los trastornos que ello implica, sobre todo para quienes tenían fecha de vuelo.
