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a Municipalidad de Ushuaia radicó una denuncia ante la Justicia por daños e instigación, en referencia al hecho ocurrido el sábado pasado cuando más de 50 personas irrumpieron en la franja de bosque que linda con el asentamiento El Escondido, en la zona alta del barrio La Cumbre, violando la cartelería del sector y el alambrado perimetral para ingresar.
Al respecto se refirió Marisa López, desde el área de Contralor Urbano, al indicar que “el nivel de coordinación y sincronización demuestran que se trató de una acción planificada y que va en contra del proceso de regularización, ordenamiento y crecimiento pensado para la ciudad” y aseguró que “este tipo de acciones sólo produce retraso, problemática social, judicial y aumenta las dificultades habitacionales por tratarse de suelo no apto ni preparado para la instalación de familias”.
La funcionaria señaló que “en este intento de ocupación irregular, así como en los últimos casos que hemos tenido, la colaboración de los vecinos fue fundamental para desarticular e impedir el accionar”.
Un intento de ocupación irregular con decenas de personas
La denuncia se radicó tras el hecho ocurrido en las primeras horas del sábado, cuando más de 50 personas irrumpieron en el bosque con una fuerte y marcada hostilidad, llevando machetes y hachas, con nylon, aerosoles de pintura, alambres, bolsos, cintas y colchones.
Estas personas se abrieron paso en la profusa vegetación con hachas y machetes, los mismos que utilizaban para amedrentar al personal municipal, llevando consigo menores de edad en algunos casos tan pequeños que eran transportados en los aguayos.
Los renovales de lenga cortados durante la operación de ocupación irregular eran utilizados como marcas para delimitar terrenos, atados con alambres a árboles vivos, dañando la vegetación de la zona que constituye un pulmón para el sector y un reparo para los vientos y los desagües naturales de la montaña.
Inmediatamente la Policía se presentó en el lugar junto al personal municipal, y las personas – en su mayoría con pocos meses o días de arribados a la ciudad– decidieron retirarse y volver a las casas de los barrios aledaños portando los bolsos y colchones. Una parte importante del grupo estaba conformada por extranjeros y personas de corta edad.
