E
l edificio de los consultorios de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) será escenario de momentos de tensión durante esta jornada, ante el conflicto por la posesión de las instalaciones que involucra a la dirigencia del sindicato y a los propietarios de la Clínica San Jorge.
Los problemas comenzaron la semana pasada, cuando integrantes del gremio ocuparon el lugar dando por finalizado unilateralmente el contrato de alquiler de los consultorios al sanatorio, vigente desde hace años.
A raíz de ello, la atención de profesionales de todas las especialidades se vio suspendida, al tiempo que los directivos de la clínica radicaron una denuncia penal en tribunales, dando cuenta de lo ocurrido.
El juez Javier De Gamas Soler dispuso una consigna policial en el edificio durante el fin de semana largo, para resguardar los bienes del establecimiento médico que todavía permanecen allí.
Además, según trascendió ayer de fuentes judiciales, el magistrado le ordenó a la UOM, en cabeza de su apoderado legal, que garanticen el normal funcionamiento de los consultorios hasta tanto se defina la situación legal por la posesión del mismo, bajo pena de incurrir en el delito penal de desobediencia.
Sin embargo, el gremio montaría a partir de hoy una carpa en la puerta del edificio, situado en la intersección de las calles Kuanip y Karukinka, para impedir que se mantenga la atención de pacientes.
Incluso se espera la movilización de dirigentes metalúrgicos de la ciudad de Río Grande, quienes se sumarían a la medida de protesta.
El eje del conflicto consiste en la forma en que la UOM dio por concluido el contrato y tomó posesión de las instalaciones, sin llevar a cabo el procedimiento y las intimaciones formales para este tipo de casos.
El trasfondo del problema es el quiebre en la relación entre la UOM y la clínica por la decisión de los directivos del sanatorio de no seguir brindándole servicios a los afiliados del sindicato.
