E
l ciudadano argentino nacido en las Islas Malvinas Alejandro Betts refutó ayer la publicación del diario Clarín donde se calificó como “polémica” a la pensión que percibe como veterano de la guerra con Gran Bretaña de 1982, y se mostró “sorprendido” y “extrañado” por el carácter que el medio gráfico le dio a la noticia.
“Nunca negué que soy un veterano argentino del conflicto bélico. No entiendo para nada la actitud de Clarín, que siempre se consideraba en el ámbito nacional como un medio prestigioso. Me toma por sorpresa y me extraña la actitud que han adoptado”, afirmó Betts en diálogo con EDFM.
El hombre nacido en Puerto Argentino y de familia británica, pero que reivindica los derechos soberanos argentinos sobre el archipiélago, explicó que uno de los requisitos para cobrar la pensión es haber estado efectivamente en el Teatro de Operaciones de Malvinas (TOM).
“Y yo estuve ahí durante todo el conflicto, esquivando las balas y las esquirlas de los bombardeos británicos sobre las posiciones nacionales, aparte de los tiros con carabinas calibre 22 de los francotiradores que había adentro del pueblo y que aparecían generalmente por la noche”, recordó.
También mencionó que desde 1979 se desempeñaba como personal civil de la Fuerza Aérea, afectado a tareas de la empresa Líneas Aéreas del Estado (LADE).
“En mi misma condición estuvieron las demás personas que desempeñaban tareas civiles en Malvinas en ese momento, como los empleados de teléfonos, correo e hidrocarburos, así como los periodistas”, fundamentó Betts.
El malvinense que votó por primera vez en Tierra del Fuego en las elecciones del 21 de junio, contó que los vuelos comerciales de LADE continuaron hasta el 28 de abril de 1982, mientras que, con el comienzo de la reconquista británica del 1 de mayo, recibió la orden de no concurrir más al aeropuerto por razones de seguridad.
La casa de mi vieja
“Nuestras fuerzas armadas tenían la orden estricta de que ningún isleño debía ser expuesto o herido durante las actividades de recuperación de las islas. Por eso acepté la orden. El oficial que me la dio usó una frase que nunca olvidaré. Me dijo que las balas no tenían nombre y apellido, y que de ahí en más podían venir de cualquier lado”, rememoró.
Betts empezó entonces a cumplir otras actividades, como por ejemplo ser el representante de la empresa Gas del Estado en las tareas de distribución y la venta de gas domiciliario.
“Ocupaba la casa de mi vieja en las afueras de Puerto Argentino. Y luego, por orden de la secretaría general de la gobernación de Malvinas, aproximadamente el 15 de mayo, me sugirieron buscar otra vivienda más protegida y que en lo posible fuera de material. Como tenía mucha relación con la gente de YPF, me trasladé a una casa sobre la costanera, lugar donde estuve hasta la evacuación realizada por la Cruz Roja ni bien terminó la guerra”, relató el malvinense que posee un Documento de Identidad tramitado en el Registro Civil de Ushuaia.
A su vez, puntualizó que durante la guerra de Malvinas, ya existía hacia él una “actitud muy hostil por parte de todos los habitantes de Puerto Argentino” debido a su conocida posición sobre la soberanía argentina, “incluida mi familia, con excepción de mi madre, que siempre mantuvo contacto telefónico conmigo”, remarcó.
Betts negó haber tenido algún tipo de contacto con periodistas de Clarín para hablar del tema de la pensión de guerra y aseguró que “mi teléfono ha estado abierto todo el tiempo. Por eso me extraña la actitud que han tenido aunque no me hace cambiar de opinión. Al contrario, me da fuerzas para seguir adelante”, señaló el hombre que aceptó la precandidatura a diputado del Parlasur por el Partido Social Patagónico (PSP) de la gobernadora Fabiana Ríos.
