os propietarios de los perros atacados por un grupo de pitbulls días atrás, junto a la Asociación Amigos del Reino Animal Fueguino (ARAF), denunciaron a los dueños de los animales, con el patrocinio de la presidente del Instituto de Estudios de Derecho Animal (IDAM) Griselda Engelhard.
Se presentaron en total 9 denuncias ante la Fiscalía en el edificio de Tribunales, por violación a la Ley N° 14.346 de Maltrato y Crueldad Animal; daños y perjuicios y la existencia de un criadero clandestino de perros de esa raza; contra una pareja que vive en el asentamiento conocido como ‘Las Raíces’.
Los denunciantes aportaron material fílmico, fotográfico y testimonios; asimismo solicitaron que se tomen medidas, entre ellas propusieron que el Juez ordene castrar a los animales, que los dueños se hagan responsables de los daños ocasionados; que los pitbulls sean asignados a otra tarea, como búsqueda y rescate, tras un adiestramiento en Buenos Aires, y que no se restituyan a la pareja denunciada.
Fue a partir de los hechos registrados el 30 de abril pasado, “el día fatídico en que los tres pitbulls fueron soltados ‘adrede’ y atacaron a otros animales; algunos fallecieron y otros quedaron muy heridos”, indicó Rosana Vélez, titular de ARAF, y remarcó que “estos animales están chipeados, y justamente los dueños son los primeros responsables de esta situación, porque los dejaron sueltos muchas veces, así como lamentamos la inacción de Zoonosis por las denuncias que venían haciendo los vecinos”, dijo.
En ese sentido, Vélez indicó que “desde 2017 los dueños de otros perros venían denunciando que a estos los venían soltando continuamente”. Agregó que “de hecho, hubo otros casos anteriores de perros que fallecieron por el ataque de estos mismos animales”, expuso. Durante el último hecho, fallecieron 7 perros con dueño y otros en situación de calle, que se encontraban en la zona.
“Como Asociación Protectora, no queremos demonizar bajo ningún punto de vista la raza pitbull –aclaró la titular de ARAF-; porque sabemos que el comportamiento y temperamento de cada animal depende en un 30 por ciento de la herencia genética y el 70 por ciento de la educación y el entorno que le da el dueño”, sostuvo. “Y de ese 30 por ciento, el 20 es el mismo en todos los animales y sólo el 10 por ciento está ligado a la variable de raza”, explicó.
Vélez afirmó que “el ataque y la masacre que ocurrió fue sólo en un 10 por ciento por la peligrosidad del pitbull”, mientras que “lo que sí era muy peligroso en este caso, era el contexto de educación, el ambiente violento en que vivían estos animales”, por eso, “lo que queremos es que los dueños asuman la responsabilidad que les toca”, dijo.
“Tener un animal debe ser un acto de responsabilidad”
Por su parte la abogada e integrante de ARAF, Griselda Engelhard, referente de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA) a nivel provincial, explicó que “actuamos en el asesoramiento legal de los damnificados por esta situación, los dueños de los perros que fallecieron o quedaron heridos”, y explicó que el objetivo es “que se aplique la sanción legal que corresponde a los propietarios de los tres pitbulls; porque el responsable de un perro es el dueño”.
La letrada indicó que “el animal responde de acuerdo a cómo se lo educa”, y señaló que en este caso, “estos perros han estado viviendo en un medio disfuncional, tal como se muestra en los videos que se viralizaron en redes sociales; con la carga de contexto y entorno que llevan han hecho esta masacre”, dijo. A partir de ello se presentaron las denuncias “por maltrato animal y daños”, detalló.
Engelhard comentó que “al día siguiente de este ataque, hubo otro protagonizado por un perro de la misma raza, en el mismo lugar; y a eso se sumaron las publicaciones de compra y venta de estos animales en redes sociales, sin ningún tipo de responsabilidad, sin saber sus necesidades ni características”, lo que llevó a denunciar además la existencia de un criadero clandestino de pitbulls.
Según indicó la letrada, existe material fílmico que expone la situación y el reclamo de los vecinos hacia la pareja de propietarios de los pitbulls, sin respuesta. “El punto principal es sancionar a los dueños para que comprendan que ésta no es forma de tener un perro; no es responsable ni seguro y genera consecuencias lamentables –afirmó-, en una pelea hogareña, uno no suelta los perros y después se esconde cuando los vecinos piden que detengan la situación”, cuestionó.
“Sabemos que todo el mundo puede cometer un error; lo importante es cómo actúa uno después, qué actitud toma y si asume su responsabilidad”, remarcó Engelhard. “No buscamos venganza; se trata de tomar conciencia de que tener un animal es incorporar un integrante a la familia. Debe ser un acto de responsabilidad hacia el animal y quienes lo rodean”, cerró.
