Firman protocolo que reglamenta caza de ballenas antárticas
EL 24 DE JUNIO DE 1938

Firman protocolo que reglamenta caza de ballenas antárticas

24/06/2019
E

ste día, se firma en Londres el protocolo de la "Convención que reglamenta la caza de la ballena", por la cual se instaura un sistema que reglamenta la captura de cetáceos para preservar la especie.
Siete años después, se firmó un protocolo complementario que impuso una  evaluación del impacto sobre el medio ambiente y la constitución de un Comité Permanente de Logística y Operaciones Antárticas.
En 1958, se crea el Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR), que promueve la actividad científica internacional. Fue integrado por los mismos países que luego firmaron el Tratado Antártico, con cuyas autoridades mantiene una coordinación de actividades. El SCAR cuenta con grupos de trabajos estables en diferentes ramas científicas y personal especializado en explotación de los recursos vivos y minerales.
Esta regulación de la caza de ballenas generó controversias con algunos países habituados a esa actividad y que se resistían a acatar las normas acordadas en protección de la fauna antártica. El principal protagonista de ese incumplimiento fue Japón.
En 2014, la Corte de la Haya declaró ilegal las capturas balleneras japonesas en el Antártico por no ajustarse a dichos fines y ordenó su suspensión, tras lo cual Japón decidió reanudar sus campañas, aunque limitando sus capturas a un tercio de la cantidad que habitualmente faenaba.
Hasta la prohibición la flota japonesa capturaba 850 ejemplares de minke o rorcual aliblanco -una especie de la que Japón estima que hay un número relativamente abundante de ejemplares-, 50 de ballena jorobada y otros 50 de rorcual común.
Durante algunas temporadas Japón acató la sentencia y mantuvo una suspensión temporal de las cacerías en aguas antárticas, pero en los últimos veranos las reinició, capturando unos trescientos ejemplares de ballenas minke por temporada.    
El Gobierno nipón sostiene que sus campañas tienen como fin contribuir a la gestión y conservación de los recursos marítimos a partir del análisis del contenido de los estómagos de los cetáceos, cuyos resultados son transmitidos a la CBI.
En varias ocasiones la flota japonesa se enfrentó con barcos ambientalistas que denunciaban sus matanzas. En 2010, un navío de “Sea Shepherd Conservation Society” fue embestido y hundido por un barco nipón, durante una confrontación en el océano Antártico. Los seis tripulantes fueron rescatados indemnes.

Autor : Bernardo Veksler
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