ste día, el subteniente Ángel Hernández y los soldados “del batallón 1° de línea” socorren a los náufragos de la fragata británica ‘Muncaster Castle’, que había naufragado el 20 de ese mes en las islas Año Nuevo, al norte de la isla de los Estados.
El navío, al mando del capitán John Henderson, había salido del puerto irlandés de Falbot y tenía como destino Iquique, Perú, llevando un cargamento de carbón. Contaba con 29 tripulantes que fruto de esa acción pudieron salvarse, “no así el buque y el cargamento que se perdieron totalmente” (Alfredo Becerra. Los prófugos de la isla de los Estados).
“Algunos náufragos buscaron refugio en Puerto Cook. El resto fue rescatado por personal de la Marina de Guerra (Infantería) destacado en el puerto” (Carlos Pedro Vairo. Naufragios en el Cabo de Hornos).
La tropa comandada por Hernández partió de inmediato de San Juan de Salvamento para rescatar al resto de los náufragos, misión que pudo cumplir exitosamente.
El 25 de julio los soldados fueron homenajeados por un decreto firmado por el presidente Julio Argentino Roca y el ministro de Guerra Pablo Richieri por “socorrer y salvar a los náufragos de la fragata”, considerando que “una acción de esta naturaleza, altamente noble, es digna de presentarla como ejemplo por los elevados sentimientos de moral y de valor que impulsaron a su realización” y porque “es justo premiar esa acción distinguida como un estímulo al cumplimiento del deber militar ante el peligro”; publicado en el Boletín Militar el día siguiente y en el Boletín Oficial el 28 de julio.
Hernández fue agasajado con “una espada especial con la inscripción ‘Al valor y abnegación 5.27.901’ y el nombre del agraciado”. Además, “cada uno de los individuos de tropa que acompañaban al subteniente Hernández en su acto de arrojo, recibirá como premio un distintivo que será determinado por el Ministerio de Guerra para su entrega”.
Luego se confeccionó “un escudo ovalado, de paño rojo, de cinco centímetros de eje mayor por tres de eje menor, con dos anclas bordadas en oro, cruzándose en su parte media, sin orla y con la leyenda ‘Al valor y abnegación’ a cada uno de los individuos”.
Los militares homenajeados fueron el cabo Marcial Salinas, el corneta Diógenes Almada y los soldados Pantaleón Paez, Simón Aguirre, Enrique Moyano, Rogelio Espejo, Jerónimo Fernández y Florentino Cuello.
