Difunden índices preocupantes de maltrato a la niñez fueguina
EL 12 DE JULIO DE 1994

Difunden índices preocupantes de maltrato a la niñez fueguina

12/07/2021
A

l menos diez casos semanales de chicos golpeados se producen en la ciudad de Río Grande; algunos de ellos son casos verdaderamente aberrantes: quemados con una plancha, con los ojos moreteados o con heridas sangrantes (...) En Ushuaia la situación también se presenta grave aunque los índices son menores…”, de esta manera comenzaba la nota de investigación publicada en la edición de este día del diario ‘Tiempo Fueguino’.
La nota recabó informaciones en la Dirección de Familia y Minoridad dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social de la Provincia, cuyos funcionarios realizaban “cada semana alrededor de 30 oficios, incluyen malos tratos, abusos sexuales, delincuencia, etc. Pero, al menos diez de ellos son por maltrato de menores y uno por abusos sexuales. Con seguridad muchos otros no toman estado público y nunca se conocerán sus detalles”.
El entonces titular de esa dirección, Luis Camargo, explicó: “En lo que respecta al maltrato físico, desde golpizas leves hasta algunos que son aberrantes como quemar chicos con un calefactor o una plancha, cosas que en la lógica más humana se hace imposible pensar, acá ocurre”.
En su intervención ante una denuncia, los funcionarios tratan de constatar las agresiones con exámenes médicos y recurriendo a testigos. El paso siguiente es la intervención del juez de Minoridad y Familia que puede llegar a disponer la pérdida de la patria potestad o la adopción. En general, el juez “toma una medida cautelar que implica separar al menor del contexto familiar donde es victimizado”.
En estos hechos “se juegan varios tipos de patologías; una, podría ser la patología social, que tiene que ver con niveles culturales bajísimos, ignorancia, etc. y la otra puede ser una patología que puede entrar en lo psicopatológico, o sea perversiones, psicopatías, psicosis, patologías graves…”, explicó Camargo.
Luego añadió: “No es privativo de las clases sociales más bajas, esto ocurre en todos los ámbitos, incluso en Tierra del Fuego, en esto estamos igualados al resto del país, no es privativo de los barrios más pobres (…) En general, nosotros no tenemos acceso tan sencillo o tan directo como puede ocurrir en las clases sociales más bajas, que basta con que una maestra haga la denuncia. En las clases sociales de mayor nivel económico, los dispositivos para enmascarar esta situación están más aceitados, entonces no nos enteramos tan fácilmente” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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