Crean la Comisión Ballenera Internacional para regular la caza
EL 2 DE DICIEMBRE DE 1946

Crean la Comisión Ballenera Internacional para regular la caza

02/12/2022
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ste día, durante la realización de la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballenas, llevada a cabo en Washington, los representantes de los países reunidos deciden la fundación de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), cuyo principal objetivo es “garantizar la adecuada conservación de la población de ballenas y permitir así el desarrollo ordenado de la industria ballenera” (Fuego de encuentro y divulgación. Fascículo N°3. Ushuaia, 2016).
La CBI tenía también como misión la elaboración de mecanismos de protección de esos mamíferos, el establecimiento de cuotas de captura, la realización de estudios científicos y la difusión de sus resultados.
A pesar que su constitución fue un paso adelante para abordar la salvaje depredación de cetáceos consumada por los países europeos, Japón y Estados Unidos, el desenvolvimiento de la CBI desde su creación fue sinuoso, con un accionar siempre permeable a las potencias que bregaban por continuar con las matanzas para abastecer su demanda industrial.
Los principales usos de los derivados de las ballenas estaban en la inclusión en muchos alimentos; la elaboración de glicerina, materia prima para la elaboración de explosivos; su aceite fue el combustible que permitió la iluminación de las principales ciudades; su grasa como lubricante e impermeabilizante; y como abono agropecuario, con los huesos producían harina utilizada como forraje; entre muchos otros usos.
Con la utilización de los cañones que lanzaban arpones, la cacería tuvo una simplificación notable, quedaron en el olvido la riesgosa labor de los arponeros que se aproximaban en botes al animal para atraparlo y faenarlo en alta mar.
El cañón dejó sin posibilidad de escape a las ballenas. Además, permitió la instalación de grandes factorías balleneras (la más importante fue en las islas Georgias del Sur), donde centenares de operarios elaboraban los subproductos derivados de las osamentas de esos cetáceos.
Las acciones depredadoras provocaron una disminución notable de estos mamíferos y amenazaron con su extinción. Un indicio de ese proceso exterminador se puede ejemplificar en la cantidad de ballenas francas que existían antes del comienzo de las cacerías: entre 55.000 y 70.000 individuos. En la actualidad se estima su población mundial entre 12.000 y 17.000 ejemplares.

Autor : Bernardo Veksler
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