Se diversifica la fauna en la provincia

Advierten la presencia de una nueva especie invasora en Tierra del Fuego

23/05/2006
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specialistas confirman que se ha sumado una nueva especie invasora al ecosistema de Tierra del Fuego con la introducción de los vulgarmente conocidos como peludos grandes, o armadillos, que actualmente habitan en la zona norte de la Isla Grande. Estiman que la presencia estaría asociada a la extracción de hidrocarburos, puesto que esta introducción habría sido obra de trabajadores de la actividad.
La investigadora del CONICET, Marta Lizarralde, explicó que en la provincia las especies exóticas ya sumarían alrededor de 20 –entre otras, el castor, el ciervo colorado– y se calcula que éstas superan a la población autóctona, motivo por el cual sugirió que "hay que reforzar los mecanismos de control de estas especies".
Asimismo, la especialista precisó que los primeros hallazgos se produjeron en la Estancia Sara, en el año 2002, y dos años después, con el financiamiento de la Agencia Nacional de Ciencia y Técnica de la Nación, se inició un proyecto para el estudio su expansión, capacidad adaptativa y el impacto de la especie dentro de el hábitat fueguino, ya que el animal no tiene predadores.
Además la especialista dejó entrever que la situación se torna aún más preocupante, puesto que "las islas son sensibles a estas invasiones por ser ecosistemas cerrados". No obstante, por el momento, la bióloga estimó que "será difícil" que el animal pueda expandirse hasta los bosques del sur, por sus características de colonización, aunque sí podría suceder en la zona norte.
En ese sentido adujo que, por ahora, se distribuye en la franja costera que abarca desde el norte en las sierras Cabeza de León (zona costera sur de la bahía San Sebastián) hacia el sur llegando al cabo Domingo; y se supone que ha colonizado una superficie de aproximadamente 484 Km².
Además, la mayor cantidad de armadillos se concentra en un área de 74 Km², incluida completamente dentro del área de explotación petrolera, en la Estancia Sara. Esto sugiere que la colonización de peludos en esta zona fue favorecida por las modificaciones físicas del suelo provocadas por el desarrollo de esa actividad.
La especialista indicó que las tuberías de hidrocarburos se ubican a más de un metro de profundidad y, como resultado, el plano natural del suelo queda interrumpido por un cordón de tierra removida. "La fluidez del petróleo transportado se logra con temperaturas de 40º C en verano y 70º C en invierno alcanzadas por medio de calentadores, y quizás esto favorezca al establecimiento, teniendo en cuenta la temperatura corporal y los hábitos cavadores de estos animales", comentó.
 
El animal

El nombre científico del peludo grande es chaetophractus villosus, es un dasypodido (como se conocen a todos los armadillos: mulitas, peludos, pichis) y se los incluye en el orden de mamíferos denominado xenarthra (al cual pertenecen los oso hormigueros, perezosos y armadillos). Tiene un caparazón que funciona como escudo, con escamas y pelos que recubren al animal, y pueden llegar a pesar hasta 4 kilos. Es inofensivo y no tiene dientes. En general se caracteriza por ser un animal carroñero, ya que ingiere animales muerto, desechos, incluso se alimenta de insectos y pastos.
Poseen características de orden anatómico y fisiológico consideradas "arcaicas" entre los mamíferos, como una temperatura corporal muy baja al igual que su metabolismo, y por ello se ven particularmente afectados por las fluctuaciones térmicas ambientales. De las 14 especies de armadillos que habitan en Argentina, el peludo grande es la de más amplia distribución, debido a que se lo encuentra desde el Gran Chaco hasta el extremo sur de la provincia de Santa Cruz.