Justicia penal

Procesaron a Acuña por nuevos incendios

14/06/2006
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a jueza de Instrucción de Segunda Nominación del Distrito Judicial Sur, María Cristina Barrionuevo, procesó a Pedro Gabriel Acuña (36) por cuatro incendios intencionales que se hallaban irresueltos y que tenían como sospechosa a otra persona que aparentemente no tenía nada que ver en los asuntos.
Acuña, quien se encuentra privado de su libertad por hechos similares, fue procesado por Barrionuevo tras imputársele dos incendios sucedidos en mayo de 2002; uno en una vivienda de una mujer sola, y otro en un galpón de la calle Isorna al 600. Asimismo se le adjudicaron dos incendios más sucedidos en los mismos inmuebles aunque en enero y febrero de 2003.
El fiscal Daniel Curtale realizó comparaciones con el perfil del posible autor de estos incendios, y sumados a pericias y declaraciones testimoniales, determinó que Acuña podría ser el posible autor de los cuatro incendios. La jueza valorizó la prueba colectada y citó por estos hechos a Acuña, aunque se negó a prestar declaración indagatoria. 
Semanas atrás, luego de valorizar la prueba la magistrada dispuso procesar a Gabriel Acuña por el delito de incendios reiterados; también ordenó trabarle embargo sobre sus bienes hasta cubrir 2000 pesos.
Ahora la fiscalía estaría en condiciones de elevar la causa a juicio, motivo por el cual quizás el año próximo el Tribunal de Juicio en lo Criminal realice un nuevo debate para determinar la culpabilidad o inocencia de Acuña por estos cuatro hechos.

Condenado por 11 incendios 

El 10 de noviembre de 2004, el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Sur condenó Acuña a la pena de 12 años de prisión de cumplimiento efectivo, tras encontrarlo responsable de haber ocasionado 11 incendios en cuatro viviendas de la capital fueguina. Durante el juicio, la fiscalía pidió en su alegado una condena de 10 años de cárcel, pero a los jueces le pareció poco y lo castigaron con 12. La mayoría de los incendios intencionales cometidos por Acuña se dieron en viviendas de mujeres solas. Al parecer, ingresaba en sus domicilios, amontonaba prendas de vestir sobre las camas y en ese lugar encendía el fuego, según sostuvo la acusación durante el juicio.

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