n el marco de la emergencia que vivió la provincia de Tierra del Fuego a partir del deshielo y la lluvia que provocaron el corte de la ruta nacional Nº 3, la Subsecretaría de Recursos Naturales se puso a disposición de la Dirección Provincial de Defensa Civil para colaborar con todo lo que sea necesario, pero además, desde el punto de vista de los recursos, se comenzaron a realizar diferentes evaluaciones para tener una panorama claro de la situación.
El ingeniero Rodolfo Iturraspe, integrante del organismo provincial, explicó que esto "se lo denomina un evento extremo", porque "no son situaciones que se producen todos los años". Indicó que estos son fenómenos climáticos que "tienen una recurrencia mucho mayor y tuvo más influencia en la zona centro y norte de la provincia que sobre la costa del canal Beagle".
Comentó que cuentan con varias estaciones meteorológicas en la provincia, las cuales son parte de un proyecto que hay con la Unión Europea para evaluar eventos extremos. Uno de esos equipos está instalado en el sector del paso Garibaldi, con el cual se pudo comprobar que la cantidad de precipitaciones, tanto lluvia como nieve, caída durante junio fue de 225 milímetros. Anotó que "de ese número, 100 milímetros corresponden a los dos o tres últimos días del mes pasado", acotando que "lo que notamos como raro es que esas precipitaciones de fines de junio se dieron en forma de lluvia, cuando normalmente tenemos nieve".
Así, señaló que "lo que ocurrió es que llovió con alta temperatura y, además, esa lluvia provocó un deshielo en forma muy rápida". A esto se le sumó que el suelo, por las bajas temperaturas registradas días anteriores, se encuentre congelado por lo que "tenía como una cubierta impermeable, evitando que la tierra absorba esas precipitaciones". De ese modo, aclaró que "donde no había nieve, el suelo estaba congelado, y donde había nieve, la lluvia arrasó con la misma y se incorporó al escurrimiento".
En ese sentido, comentó que durante las recorridas por el lugar "pudimos notar que por debajo de la cota 500 ya no queda nieve, salvo en algunos sectores muy puntuales", de modo que "toda la nieve que podía haber fue a parar al escurrimiento".
Finalmente, volvió a remarcar que éste fue un fenómeno extraordinario que se produjo con la conjugación de altas temperaturas, precipitaciones de lluvia y la existencia de nieve en las zonas altas de las cuencas de los ríos, insistiendo en que "lo raro de esta situación es que esas precipitaciones se hayan dado en forma líquida durante esta época del año, cuando hay depósito de nieve en toda la provincia, que fue lo que potenció el problema".
