l subsecretario de Recursos Naturales de la Provincia, Rubén Cerezani, realizó una presentación policial luego de una agresión sufrida durante un acto oficial producido el pasado martes en horas de la noche en la comuna de Tolhuin.
La cita en el corazón de la isla buscaba resolver la distribución del subsidio por un millón de pesos entre los productores madereros, atendiendo de esta manera la situación de emergencia producida tras las inundaciones.
En el acto se llevó adelante en las instalaciones de la panadería La Unión, y estuvieron presentes el ministro de Economía de la Provincia Raúl Berrone, el secretario de Promoción Económica Ramiro Caballero y el subsecretario de Recursos Naturales Rubén Cerezani, además de autoridades comunales y los productores locales.
El titular de recursos naturales habría sido hostigado luego de culminar la ceremonia por Eliseo Levín, quien además de productor es presidente de la Departamental del Partido Justicialista en la localidad mediterránea, quien le habría recriminado la determinación que impuso límites a la tala de árboles ante el grave riesgo existente para el bosque fueguino.
Esta medida, que apunta a proteger el patrimonio natural de la provincia, no cayó bien en algunos sectores de la comuna que vieron sus apetencias financieras afectadas, lo cual generó un corte de ruta hace pocas semanas atrás y reflotó el malestar después de la reunión, subiendo el clima de tensión cuando la discusión giró en torno a algunos problemas con permisos de tala.
Esto derivó en una fuerte discusión que tuvo como protagonista excluyente a Levín, propietario del aserradero David, el que fuera además secretario de Finanzas de la Comuna, y que –según la exposición del subsecretario Cerezani– habría agredido a Cerezani de un golpe de puño, causándole un evidente hematoma en sus ojos, producto del presunto golpe.
La situación marca un importante nivel de disconformidad ante la determinación de la Subsecretaría, que en realidad intenta brindar un mejor control a la tala de árboles, mientras que algunos productores sin restricciones anteriores realizaban su tarea con escaso control y poca previsión del destino del bosque fueguino.
