n epidemiólogo del Ministerio de Salud de la Nación destacó el control del brote de coqueluche (o tos convulsa) logrado en Tierra del Fuego, y reconoció que la provincia está transitando por una meseta que habría comenzado a "declinar". Osvaldo Rico es un alto referente de la Dirección Nacional de Epidemiología y evaluó que desde el inicio del foco –hace aproximadamente dos meses– el equipo de salud fueguino "hizo lo que tenía que hacer y en el tiempo adecuado".
Del mismo modo, el médico apunto que "la provincia apostó a diagnóstico del problema", al anotar la relevancia de los nuevos equipamientos adquiridos por el Ministerio de Salud de la Provincia. Éstos fueron recientemente incorporados a laboratorios hospitalarios, y ello permitirá realizar en el ámbito local los diagnósticos por técnicas de biología molecular.
En tanto, si bien el foco de infección altamente contagioso también se ha instalado en otros puntos como Misiones, Neuquén, Córdoba y Tucumán, Rico adujo que por la extensión de la geografía nacional "el fenómeno no llegó a todo el país como consecuencia de la gran extensión y las poblaciones dispersas". Explicó que el coqueluche es una patología endemo-epidémica, puesto que, través de la circulación de las personas, la bordetella pertusi (bacteria causal de la tos convulsa) se mantiene en la población y los brotes reaparecen cada 3 ó 5 años.
Por otra parte, pese a que la vacuna se aplica desde 1947 reconoció que todos los años aparecen millones de casos en el mundo y ocasionan miles de muertes, ya que en general afecta en forma severa a los menores de tres años. En ese sentido, indicó que la eficacia de dosis triple viral es de un 80%, y siempre –sostuvo– será recomendable la aplicación de la inmunización tal como lo indica los calendarios vacunatorios.
