espués del última reunión del Consejo de la Planificación Urbana –ámbito creado por ordenanza para debatir sobre la distribución de tierras y viviendas en Ushuaia– el representante del barrio Las Raíces, Carlos Villamonte, dijo estar preocupado ante la posibilidad que las autoridades municipales declaren la emergencia ambiental, al considerar que éste podría ser un aval para el desalojo de los asentamientos irregulares de la zona alta.
Argumentó que en estado de emergencia "podrán vulnerarse derechos individuales de la gente para satisfacer intereses colectivos". Manifestó que "habrá que especificar cuál es la emergencia que sostienen; y si en ella incluyen al horno pirolítico, desechos cloacales que van a parar al mar o si son sólo los asentamientos". En ese sentido, adujo que deberán presentar estudios que comprueben tal emergencia, que –según sostuvo– no existen.
Por su parte, Villamonte, al igual que el Foro Social Urbano, insistió en que la declaración oficial de la emergencia habitacional es el medio más apropiado para abordar la crisis apremiante que afecta a la ciudad, puesto que sería un marco amplio, que no vulneraría derechos fundamentales, y que de algún modo contendría el crecimiento de los asentamientos. "Ésta sería una forma de salir de este estado de naturaleza, y que la gente pueda dejar esta situación de precariedad", expresó el entrevistado.
Si bien Villamonte reconoció que la evolución del debate es lenta, dijo que "no está mal que así sea, ya que se están discutiendo cuestiones que hacen al mejoramiento de la calidad de vida de mucha gente", al anotar que no sólo beneficiará a los asentamientos irregulares, sino también a los inquilinos, jóvenes que reclaman viviendas, distribución de tierras. Aseveró que es positivo que se discuta la planificación de la ciudad, ya que hasta el momento cree que hubo "una planificación que excluye a la gente".
Visto bueno y pedido
En diálogo con el diario del Fin del Mundo, Carlos Villamonte valoró que las autoridades municipales hayan cambiado su discurso y la actitud ante el reclamo de la gente. Dejó entrever que ello responde la política nacional que busca iniciar una lucha en contra de la concentración de tierras, y promover la tenencia social de este bien.
Acusó que no hay lugares comunes para la sociedad, de recreación, y que no haya plazas óptimas pata este tipo de clima, espacios para espectáculos públicos. Asimismo adujo que cuando se habla de calidad de vida se refieren a lo urbano y no se promueve la cultura rural. Personalmente, ejemplificó que en el sector que habita hace 7 años, busca aprovechar recursos que ofrece la naturaleza, sin atentar contra ella.
