Envíe esta nota por email

l presidente de la Corte fueguina, Mario Robbio, le tomó juramento al ex diputado Ernesto Löffler, quien finalmente se convirtió en juez de la Sala Civil de la Cámara de Apelaciones. No hubo presencia de autoridades del Ejecutivo provincial ni municipal. Sí estuvieron presentes referentes del Movimiento Popular Fueguino, como el caso del ex gobernador José Arturo Estabillo.

En un acto rodeado de suma discreción, el Superior Tribunal de Justicia finalmente le tomó juramento a Ernesto Löffler como juez de la Sala Civil de la Cámara de Apelaciones. La ceremonia se realizó miércoles en el edificio de San Martín 15, donde la concurrencia se resumió a familiares y afiliados al Movimiento Popular Fueguino.
El juez de la Corte Mario Robbio fue el encargado de tomarle juramento a Löffler, quien había ganado el concurso de juez de cámara el 22 de noviembre del año pasado. En el medio, cuatro de los candidatos que participaron del concurso presentaron un juicio contencioso administrativo, cuestionando la elección del ex diputado porque el Consejo de la Magistratura no fundó el acto mediante el cual dispuso elegirlo. Además, denunciaron que Löffler obvió remitir el órgano de selección de magistrados copia de la causa Hifusa, en donde estuvo procesado y a la postre fue sobreseído por prescripción.
No obstante, los jueces Robbio y la camarista Josefa Martín, constituidos como Superior Tribunal, inclinaron la balanza a favor de Löffler ordenando al consejo fundar la elección para posteriormente ponerlo en funciones. En esa resolución el tercer juez, Walter Tabárez Guerrero, votó en disidencia y pese a coincidir con que el acto no había sido fundado, consideraba que estos casos no eran subsanables y debían ser considerados nulos.
Cerca de las 18.15 del miércoles, Ernesto Löffler prestó juramento ante Robbio y de esta manera se le puso fin a una contienda jurídica que llevaba casi un año desde que se instaló. Pese a ello, la resistencia hacia Löffler continúa desde distintos sectores e inclusive Andino no descartaba interponer recurso extraordinario debido a que su jura se efectuó cuando aún no estaba firme la sentencia del Superior que ordenaba la fundamentación.     
Lo curioso de la formalidad es que la acordada 49/06, firmada el martes último designando a Löffler como juez de la Sala Civil de la Cámara de Apelaciones, fue rubricada por Robbio y María del Carmen Battaini, pese a que esta última se había excusado de actuar en el juicio contencioso administrativo impulsado por el resto de los concursantes.

"Voy a mirar hacia delante"

Tras jurar, Löffler dijo que el doctor Carlos Andino y el resto de los concursantes "estaban en todo su derecho" de cuestionar su designación, y lejos de pretender polemizar dijo que se dedicaría a trabajar y "colaborar rápidamente con mis compañeros en la cámara".
En ese sentido, dijo tener grandes expectativas y que pretendía "no defraudar a la gente que confió en mí, tanto del Consejo de la Magistratura como los señores ministros del Superior Tribunal, por lo que intentaré demostrar con trabajo que no se han equivocado".
Al ser consultado por las idas y vueltas jurídicas desde que fue electo, respondió: "Miro hacia delante, no voy a mirar para atrás, y voy a intentar impartir justicia en la medida de lo posible y como corresponde".
En cuanto a los cuestionamientos y críticas realizados por Andino, manifestó que "él tenía derecho hacer la crítica que hizo; lo respeto y punto. El tema ya pasó, yo por lo menos lo doy por concluido y es parte del pasado". Agregó que "ojalá esto sirva para que no vuelvan a suceder las cosas que sucedieron y que han afectado a personas y familias. Pero insisto, me voy a olvidar de lo sucedido porque uno tiene que resolver cuestiones muy importantes, y hay que hacerlo con imparcialidad, objetividad, despojado de subjetivismo y en esa tarea me van a ver a mí".