or: arq. Leonardo L. Lupiano - Asesor Consulto CNMMyLH
Una nueva distinción cuenta nuestra provincia al sumarse la declaración de "lugar histórico nacional" a la denominada CASA MONETA a través de la Ley 26.294 del 4 de diciembre ppdo. Se ubica en la Isla Laurie, del archipiélago Orcadas del Sur (Antártida Argentina).
Resulta interesante recurrir a la historia, pues no pueden dejar de nombrarse a exploradores y navegantes de los helados mares en el siglo XIX, tales como Nathalien Brown Palmer y Sir George Powel (1821), James Wedell (1822), Jules S. D´Urville (1837), William Bruce, Larsen y años más tarde por iniciativa del IV Congreso Geográfico Internacional celebrado en Londres en 1883 con apoyo de diversos países, se organizó una gran Expedición Antártica Internacional, de la que formaría parte Inglaterra con el buque Discovery al mando del capitán Scott, el grupo alemán a bordo del Gauss al mando del capitán Von Drygalski, los suecos a bordo del Antartic a cargo del prestigioso Otto Nordenskjöld que incluyó al alférez de la Armada Argentina José M. Sobral, y los franceses con el buque polar Le Francais a cargo del doctor Charcot. También cabe mencionar a los belgas a bordo del Bélgica a cargo del noble Adrien de Gerlach (1896) y la expedición del Romanche comandado por el cap. Luis Martial. Nuestro país cooperó con aquel Comité Internacional levantando el primer observatorio en la Isla Año Nuevo, al norte de la Isla de los Estados y Destacamento de Suprefectura en Puerto San Juan, y luego en Ushuaia. Tengamos en cuenta que los mismos orígenes de nuestra ciudad tienen que ver con esa acción internacional, de ahí el origen del Destacamento de Subprefectura aquel 12 de octubre de 1884.
Con el mismo objeto, Escocia participó con una expedición a cargo del experimentado capitán William S. Bruce. Partió de Edimburgo con el buque Scotia, y a ella se le debe el origen del observatorio nacional de las Islas Orcadas del Sur (1903). En la Isla Laurie, sobre las playas de la bahía, construyeron una casita de piedra recubierta de madera en su interior y en la que vivirían algunos expedicionarios para realizar sus trabajos de meteorología. La denominaron "Omond House", en honor a uno de los organizadores de la expedición. Del primitivo refugio, según Moneta, no quedaban más que piedras amontonadas, debido a los aludes y las inclemencias del tiempo.
La comisión que se destacó del Scotia para vivir en tierra firme estuvo a cargo del conocido meteorólogo Roberto C. Mossman. Todos los miembros de la expedición escocesa se dedicaron a sus respectivas labores científicas, y para facilitar el estudio del magnetismo terrestre se construyó otra casilla de madera en la playa de la bahía.
Al final de ese año el Sotia pudo liberarse de los hielos que lo aprisionaban. El jefe de la expedición regresó a Buenos Aires para reabastecerse y así continuar con otro año de investigaciones, dejando en las Orcadas a una comisión encabezada por Mossman. El Dr. Bruce en Buenos Aires realizó gestiones ante el Gobierno Nacional para que éste prosiguiera las observaciones iniciadas el año anterior, y ofreció transportar gratuitamente a quienes fueran designados para tal fin. El ofrecimiento del explorador fue aceptado por el presidente Julio A. Roca, que se basó en los dictámenes presentados por el Sr. Gualterio G. Davis, bajo cuya superintendencia se encontraba la Oficina Meteorológica nacional, quien aconsejó proseguir con los trabajos antárticos. Con este motivo, el Poder Ejecutivo nacional dictó el 2 de enero de 2004 el histórico decreto por el cual nuestro país aceptó la donación de las instalaciones para establecer allí un nuevo observatorio meteorológico y magnético y el 24 de febrero de ese año se enarbola la bandera nacional.
La segunda construcción, próxima al mencionado edificio, fue el bien declarado concretada por José Manuel Moneta con la expedición de 1905. Se trata de una casa habitación que durante 34 años consecutivos sirvió de vivienda al personal de las distintas expediciones. Construida íntegramente en madera, con dobles paredes entre las que se encuentra un espacio de 10 cm de relleno de aserrín, que junto a unas tres capas de ruberoid exterior que forraba las paredes, conformaba una aislación térmica. Con el transcurso de los años, esta casa fue ampliada para llegar a darle el doble de su capacidad original. Originalmente tenía 9,50 mts de largo por 5,50 mts de ancho componiéndose de 3 dormitorios, cocina, sala de trabajo y de estar y una despensa para víveres. En 1926 se le agregó en su costado norte un pequeño galpón para ampliar la despensa y en un ángulo que formaba el mismo se instaló un baño. Al año siguiente, en el costado sur se construyeron dos habitaciones pequeñas destinadas a la estación radiotelegráfica, y en 1928 se agregó otra habitación.
Con estas modificaciones, llegó a tener 20 mts de largo pues los agregados mantuvieron el sentido longitudinal y su orientación noroeste-sudeste facilitaba la menor resistencia a los permanentes vientos que todo el año azotan la región. En las inmediaciones se realizaron otras construcciones destinadas a trabajos científicos. Fueron levantadas 3 casillas de madera, de reducidas dimensiones, y se encuentran a 150 mts al oeste de la casa habitación y a pocos metros del cementerio de las Orcadas. En 1925 fue construida una cuarta casilla destinada a la primitiva estación radiotelegráfica, pues la original quedaba cubierta por completa por los glaciares del sector. Posteriormente, el 27 de marzo de 1927 fue inaugurada la estación radiotelegráfica.
Puede llamar la atención que las exploraciones eran realizadas por numerosos exploradores de origen extranjero y la presencia de argentinos no era numerosa., Esto se debía -según Moneta- a que la vida en las regiones polares era desconocida para la mayoría de los compatriotas, que además no estaban habituados a los rigores climáticos de esta zona. Por otra parte, se exigía personal técnico capacitado para las actividades científicas que allí se realizaban y por ello la antigua oficina meteorológica nacional estuvo integrada muchas veces por personal extranjero.
Pero en definitiva, Orcadas es un galardón de soberanía argentina -señala Laurio Destéfani- es la única nación que tiene permanentemente una base en Antártida, título que no tiene ninguna otra nación. Inglaterra tuvo bases permanentes desde 1943, es decir 39 años después.
En 1994 las autoridades de la base deciden restaurarla para transformarla en museo, contando con el apoyo de la Dirección Nacional del Antártico y la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, el que es visitado por turistas de todo el mundo que se asombran al comprobar dichas instalaciones en el lejano continente.
Finalmente, para llegar a concretar esta ley de declaratoria fuimos muchos quienes sentimos el orgullo de haber contribuido para lograr nuestro segundo monumento nacional en esa región y los diputados nacionales que en estos largos cinco años acompañaron el proyecto.
Un verdadero homenaje a los héroes antárticos argentinos justamente cuando celebramos el Año Polar Internacional.