El próximo viernes se cumplirán 38 años de la maniobra

Se recordará el primer aterrizaje de un avión de gran porte en la base "Marambio"

10/04/2008
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l próximo viernes 11 de abril se recordará el primer aterrizaje de un avión de gran porte en la base antártica "Marambio", cuya pista se había inaugurado a fines de octubre de 1969.
Al contarse con la capacidad operativa de una pista de tierra en el sector, el sábado 11 de abril de 1970, el avión Lockheed Hércules C-130H, matrícula TC-61, aterrizó con sus ruedas, permitiendo que a partir de entonces se opere normalmente, durante todo el año, con aviones de gran porte, haciéndolo hasta la fecha en forma regular e ininterrumpida, terminando con el mito de la incomunicación invernal en la Antártida.
Este vuelo se concretó luego de tres intentos frustrados por condiciones meteorológicas adversas, realizados los días 5, 9 y 10 de abril de aquel año. Finalmente, a las 10 de la mañana del día señalado, el Hércules despegó de la Base Aérea Militar de Río Gallegos, y aterrizó en la pista de tierra de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, utilizando la técnica "de asalto", a las 13.25. Unas dos horas después, despegó desde Marambio y aterrizó en la base aérea inicial, minutos antes de las 20.
El Lockheed C-130H Hércules, es el avión de carga más versátil en su clase. Encomendado en 1951 por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, actualmente es utilizado en todo el mundo. Tiene 40,41 metros de envergadura; una longitud de 29,79 metros y una altura de 11,66 metros. Vacío pesa 34.827 kilogramos y puede despegar con un peso máximo de 70.310 kilogramos. Cuenta con cuatro motores Allison T56-A-15, que le permiten desarrollar una velocidad máxima de 618 kilómetros por hora; con un alcance de 7.600 kilómetros.

Un poco de historia

La acción de la Fuerza Aérea en la zona se remonta al 1 de diciembre de 1951, cuando un avión bombardero cuatrimotor Avro 694 Lincoln, modificado, con la matrícula civil LV-ZEI bautizado "Cruz del Sur", al mando del vicecomodoro Gustavo Marambio, realizó un vuelo desde Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, hasta la base "General San Martín", situada en el islote Barry, frente a la bahía Margarita, donde efectúo lanzamiento de elementos de supervivencia, continuando su vuelo de reconocimiento hasta los 70º sur, regresando al aeródromo de salida después de 12 horas y 22 minutos de vuelo.
En el año 1952 la Fuerza Aérea continúa la tarea de sobrevolar y efectuar estudios para localizar posibles lugares de aterrizaje en el Sector Antártico Argentino, designando al vicecomodoro Marambio como jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Tareas Antárticas.
En la década del '60 la Fuerza Aérea se empeñó en localizar una zona apta para habilitar una pista de aterrizaje destinada a la operación regular y continua con aeronaves de gran porte con tren de aterrizaje convencional, es decir con ruedas, intensificándose esta tarea a principios del segundo trimestre del año 1969 con relevamientos aerofotográficos con aviones DHC-6 Twin Otter y reconocimientos desde aviones Hércules C-130, al igual que los efectuados desde el avión DHC-2 Beaver de la dotación de la base aérea "Teniente Matienzo".
De los múltiples estudios realizados, se llegó a la conclusión que podría materializarse el proyecto sobre la meseta de 14 por 8 kilómetros que corona a 200 metros sobre el nivel del mar a la isla Seymour, que a partir del año 1956 tomó el nombre "Isla Vicecomodoro Marambio".
El cumplimiento de esta misión estuvo a cargo de la dotación antártica 1968/69, que llegó embarcado en el rompehielos "General San Martín" en el mes de noviembre del año 1968. Los integrantes de este grupo de hombres, después de efectuar los traslados y tareas especiales para la puesta en  servicio de los medios aéreos, terrestres e instalaciones, cumplieron con las tareas propias de la zona que había planificado la superioridad y a mediados de 1969 comenzaron a preparar el material necesario para llegar e instalarse en la meseta que corona la isla "Vicecomodoro Marambio".
De este modo, el 29 de octubre de ese año, fecha de trascendencia nacional, histórica y geopolítica, se inicia una nueva era en la historia de la Antártida, al romperse el aislamiento a que estaba sujeto por las características de su clima su suelo y sus mares congelados, que solo son navegables en épocas estivales. Ese día el avión turbohélice Fokker F-27, matrícula TC-77, transportando a la ceremonia de fundación de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio a altas autoridades, despega de la Base Aérea Militar Río Gallegos de la provincia de Santa Cruz, aterrizando normalmente en la flamante pista de tierra que se inauguraba en la Antártida Argentina, convirtiéndose Marambio desde entonces, en la Puerta de Entrada de la Antártida.