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uy emocionado, concentrado, sin partituras y con mucho talento, el pianista Tomás Alegre impactó al público que concurrió al concierto de anteayer en el salón Milenium de Las Hayas de Ushuaia.
El joven pianista (de 15 años), que nació en la ciudad de San Isidro, conquistó a su público con las suaves melodías de la sonata Nº 8 en Do menor, Op. 13 "Patética" de Ludwig Van Beethoven. Luego siguió con Grave; Allegro di molto e con brio, Adagio cantabile y Rondo: Allegro.
Vestido de negro, con camisa, pantalón, chaleco y zapatos negros, el joven saludó en escenario y antes de tocar el teclado del piano bajaba la cabeza, se concentraba unos minutos, con puño cerrado y luego desplazaba sus dedos en las teclas blancas con total seguridad y rapidez.
Desde las primeras filas se notaba que el artista respiraba profundamente e inclusive con movimientos de sus manos ascendentes y descendentes, como si le hablara al piano o entablara una comunicación previa –casi como un rito– se repitió antes de ejecutar cada uno de los temas.
En el IV Festival Internacional de Ushuaia el pianista también interpretó Romanzas sin palabras, Op. 19 Nº1 y Op. 67 Nº 4 "La Hilandera", de Felix Mendelssohn.
En la segunda parte del concierto se escuchó Estampas, Pagodas, una soirée en Granda, Jardines bajo la lluvia de Claude Debussy y Balada Nº 1 en sol menor Op, 23 de Frederic Chopin.
El público contento e impresionado respondió con calurosos aplausos. Toca sin partituras, es un genio", se escuchó decir a un señor mayor a una mujer. Alegre también tenía algo de nervios y en el intervalo se retiró junto a su padre, Osvaldo César, quien le enseñó sobre música.

"Una velada maravillosa"

"Fue lindísimo, fue una velada maravillosa", confesó una joven que asistió acompañada por otras chicas. Mientras que una señora consideró que "es sorprendente, tiene talento y es argentino".
"Me olvido de todo y pienso en la música, en lo que tengo que tocar, sólo en eso", expresó a el diario del Fin del Mundo el pianista Alegre.
El joven cursa su tercer año de la secundaria y le agrada estudiar. También le gusta jugar al fútbol con sus compañeros del colegio. "Me agrada la geografía y la historia y mis compañeros me apoyan y colaboran cuando tengo que faltar por algún espectáculo", sostuvo, y aclaró que "hay que poner mucho esfuerzo".
Desde los seis años que Tomás recibe la enseñanza de su padre sobre música, fue desde entonces que despertó el interés por el piano y le tocó debutar en el teatro del Gran Rex en Buenos Aires donde tocó junto a la Orquesta del Colón, hace tres años, hecho que todavía recuerda y guarda en su corazón de esa primera presentación en público.
A Alegre le agrada Ushuaia y la reconoce como una ciudad "tranquila y el aire cambia con respecto a Buenos Aire, es más puro".
El 23 de abril en el Templo Amijai de Buenos Aires hará su nueva presentación el joven pianista que para su edad tiene talento. En tal sentido, cabe destacar que sus padre, músico autodidacta, fue quien le dio las primeras enseñanzas y ahora tiene clases con una concertista.