n vísperas de la llegada del 17 abril, fecha en que caerá el contrato que el IPAUSS mantiene con la UGP Clínica San Jorge de Ushuaia, esta semana han comenzado a sentirse los efectos de la salida del gerenciamiento en el sistema de salud público, con un marcado aumento de la demanda en el sector. Una gran cantidad de consultas ambulatorias y análisis que antes eran resueltos por la gerenciadoras muy pronto deberán ser absorbidos por el nosocomio capitalino. Una vez más la situación pone al descubierto la falta de previsión y vulnerabilidad del sistema de salud público, pese a que el desgerenciamiento viene siendo anunciado hace tiempo por las autoridades gubernamentales y el directorio del megainstituto, que prometieron que el proceso sería "lento y ordenado".
No obstante, a pocas horas de que la medida empiece a regir en la capital fueguina, reina el clima de incertidumbre y desinformación para los afiliados a la obra social estatal. Sin ir más lejos, ayer, muchos beneficiarios quisieron acceder, como de costumbre, a los servicios del sector privado y, casi sorpresivamente se encontraron con costos elevados en las consultas que implican desembolsos de 50, 100 y hasta 200 pesos. En tanto, mediante una circular difundida en los últimos días, se informó que a partir del 18 próximo el valor de las prestaciones que brinden los profesionales de la Clínicas San Jorge será reintegrado en el megainstituto. Sin embargo, ayer por la tarde, el directorio del IPAUSS se encontraba en pleno proceso de contratación directa de profesionales y todavía no se había arribado a ningún acuerdo con la clínica.
A Maria Victoria, una docente de nivel inicial, también la tomó por sorpresa la nueva medida. En diálogo con el diario del Fin del Mundo, la afiliada destacó: "Estaba al tanto de la salida del gerenciamiento, pero no sabia que las consultas iban a estar tan caras. Aunque se supone nos reintegrarán el dinero, voy tener que perder el turno porque me cuesta 200 pesos la consulta, y por ahora no dispongo de esa suma para abonar". Por eso apuntó "tendré que recurrir al hospital, con todas las complicaciones que implica conseguir un turno". En la misma situación se encontraba Marcelo, un empleado público que señaló: "La gente todavía no es conciente del impacto que va a tener esta nueva modalidad de atención", al considerar que será "más engorrosa la gestión de los turnos" . Incluso, hubo varios casos de pacientes que esta semana acudieron al servicio de laboratorio hospitalario, y ante la falta de insumos, tuvieron que dirigirse al área de laboratorio del la Clínica San Jorge.
ATE toma postura
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también salieron al cruce para denunciar la situación critica en la que se verán sumidos los hospitales públicos, de cara a hacer frente a la salida del gerenciamiento. Alicia Mallea, delegada por el laboratorio del nosocomio capitalino, reconoció que hasta ayer "no hubo una comunicación oficial, ni trabajo previo en equipo para ver de qué modo se afrontará esta nueva modalidad de trabajo"; y por eso repudió"se hace evidente la falta de políticas sanitarias, porque no se han adoptado previsiones en la transición , ni analizado seriamente cuál será el impacto real en la sociedad".
En este contexto crítico, el laboratorio aún se encuentra sumido en una situación coyuntural, ante la falta de insumos y reactivos para diagnósticos para abastecer la demanda normal, que –se sabe– en los últimos años se ha experimentado un crecimiento progresivo. Un ejemplo de ello es que en esta primera etapa del año se atendió la demanda de alrededor doce mil pacientes, cifra que en 2007 fue alcanzada hacia finales de mayo. Por eso Mallea aclaró "no vamos a absorber todas las prácticas, porque de hecho ya no la estamos absorbiendo" y opinó que "lo grave es que las autoridades, hayan advertido un notable aumento de la población, y la llegada de un desgerenciamiento, y no hayan preparado el sistema salud para contener este nueva demanda". En ese sentido anotó que "es evidente la falta de previsibilidad, a la que se expone a la población, y da toda la sensación que la salida del gerenciamiento es improvisada, y que la realidad se impondrá".
