VI Semana de la Ciencia y la Tecnología

Glaciares en peligro de extinción

28/08/2008
J

orge Rabassa, geólogo del Centro Austral de Investigaciones Científicas, habló sobre cómo están desapareciendo los glaciares en la Patagonia y Antártida Argentina.

Por Dania Bruna Montaña
Colegio Las Lengas
Integrante del Taller de Periodismo Científico - "VI Semana de la Ciencia y la Tecnología"

El doctor Jorge Rabassa investiga hace más de dos décadas los glaciares, y el pasado miércoles brindó una charla en el CADIC, en el marco de la VI Semana de la Ciencia y la Tecnología, detallando el impacto en algunos glaciares de la Patagonia y Antártida, donde se comprueba el daño que el calentamiento global está produciendo.
Según el geólogo, dentro de los próximos 20 años muchos glaciares habrán desaparecido; otros ya lo hicieron, perjudicando el paisaje y la economía. Se cree que para el año 2100 la temperatura media anual de la Tierra aumentaría en un grado y medio. Si esto sucediera, Ushuaia alcanzaría en verano una temperatura comparable a la de Bahía Blanca. Esto haría que el bosque fueguino, que no está acostumbrado a esas temperaturas, desapareciera.
En la Península Antártica el hielo cubre la totalidad del paisaje casi hasta el nivel del mar. Pero desde hace un tiempo, en verano se puede apreciar que la porción inferior de los glaciares comienza a verse sin hielo. Este fenómeno no se veía 20 ó 25 años atrás. Actualmente se ven rocas que desde hacía 100 mil años no estaban descubiertas.
Pero esta consecuencia también trae algunos beneficios. En este caso los beneficiados son las aves marinas que usan las rocas para nidificar; principalmente los pingüinos.
En 2004, una barrera de hielo llamada Larsen B, ubicada en la Península Antártica, comenzó a presentar lagunas de agua dulce hasta que colapsó y desprendió grandes témpanos de hielo. El tamaño total del hielo desprendido es equivalente al tamaño de la superficie de Luxemburgo, unos 6.000 km2.
El glaciar Perito Moreno, situado en las cercanías de la ciudad de El Calafate en la provincia de Santa Cruz, disminuyó el último verano 14 metros, aproximadamente la altura de un edificio de tres pisos.
El glaciar Martial nos proporciona a los ciudadanos de Ushuaia el 90% de los recursos hídricos y turísticos. Sin embargo, se estima que entre los años 2030 y 2045 ya haya desaparecido para siempre. Se van a tener que buscar nuevos recursos hídricos para proporcionar a la ciudad agua potable, recursos más caros y difíciles de conseguir. Además de perder un gran e importante recurso natural se perdería un importante atractivo turístico.
El glaciar Monte Alvear, también cercano a la ciudad de Ushuaia, desde 1850 a la actualidad disminuyó en su frente más de dos kilómetros.
En el Parque Nacional Nahuel Huapi se encuentra el glaciar del Río Manso. En el año 1972, era uno de los pocos glaciares a los que se podía llegar en vehículo hasta una playa de estacionamiento a 100 metros del hielo del glaciar. Hoy en día para llegar hasta ese hielo hay que atravesar un kilómetro de agua.
Por otro lado, el glaciar Castaño Overo, también en el Parque Nacional Nahuel Huapi, ya hace tiempo que desapareció para siempre, tanto en el lado argentino como en el chileno.
La humanidad, a través de su actividad (industrial, de consumo, de transporte, agrícola, etc.), está modificando la composición química de la atmósfera; eso provoca que aumente el porcentaje de radiación solar hacia la atmósfera y aumente la temperatura de la tierra, causando el fenómeno conocido por calentamiento global. Esto es conocido hace aproximadamente 30 ó 40 años, y es lo que genera todo lo anteriormente mencionado.
"El destino de los glaciares está absolutamente condenado" enfatizó Rabassa. Para que esto se detenga, los países desarrollados deberían consumir un porcentaje mucho menor de lo que lo hacen.
Estados Unidos es el país que más petróleo consume en la Tierra. Utiliza un 25% del petróleo de todo el mundo. Para frenar el derretimiento de los glaciares, debería dejar de consumir una cantidad de petróleo que equivale al 16% de su economía.
Se estima que para el año 2050 la mayoría de los glaciares de montaña desaparecerán, los hielos continentales se reducirán al mínimo (aumentando el nivel del mar), y las barreras de hielo colapsarán.