or Natalia Zerdá
Colegio Las Lengas
Taller de Periodismo Científico "VI Semana de la Ciencia y la Tecnología"
En la Patagonia se encuentran una gran variedad de especies de frutas finas, que no sólo cumplen un rol muy importante en el ecosistema sino que además están siendo utilizadas con otros fines como el alimenticio o el farmacológico.
Una de las plantas más conocidas en Tierra del Fuego, como en el resto de la Patagonia, es el "calafate", un arbusto del género Berberis que se distribuye desde Neuquén hasta Tierra del Fuego a través de sus 16 especies, las que se caracterizan por presentar pequeños frutos violáceos y espinas, esta última una característica indeseada y que dificulta la cosecha. Una de las especies, B. buxifolia, se encuentra muy ampliamente distribuida en nuestra provincia particularmente en los claros y márgenes de los bosques, en zonas húmedas de la estepa y a lo largo de ríos. Otra especie comúnmente denominada "michay" (B. ilicifolia), con sus características flores anaranjadas, se distribuye ampliamente en la zona del Parque Nacional de Tierra del Fuego.
Entre estas plantas de frutas finas se ubican también la parrilla (Ribes magellanicum), cuyo fruto asemeja racimos de uvas pequeñas en forma de bayas y las frutillas silvestres (Rubus geoides), una planta rastrera y cuyo fruto es difícil de ver ya que se encuentra debajo de las hojas.
Dado que se han encontrado excelentes propiedades alimenticias y farmacológicas en las especies estudiadas hasta el momento, es que el grupo de trabajo liderado por la ingeniera agrónoma Miriam Arena del CADIC está llevando a cabo diversos estudios in situ y ex situ sobre la conservación y domesticación de estas plantas nativas.
Entre las propiedades benéficas de estas especies se encontró por ejemplo que en términos alimenticios el calafate es una gran fuente de fibras especialmente debido a las semillas que posee. La capacidad antioxidante que poseen en sus pigmentos es otra propiedad llamativa en este caso para la industria farmacológica.
Los antioxidantes son los que ayudan a neutralizar la acción de los radicales libres, estos últimos producidos por nuestro organismo como producto del exceso de ingesta de grasa, la contaminación, el humo del cigarrillo y el estrés entre otros. Los radicales libres actúan en detrimento de nuestra salud y los compuestos antioxidantes presentes en estos frutos nos protegerían de estos efectos no deseados.
Lo preocupante, menciona Arena, es que en otras provincias las empresas que utilizan estas frutas producen grandes destrozos cuando cosechan ya que lo hacen sin ningún cuidado y se espera que esto no suceda en Tierra del Fuego.