Ante el gran daño económico que produjeron en los últimos años

El Gobierno busca controlar la población de los perros cimarrones

24/11/2008
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esde la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente se impulsa un plan para controlar la población de perros cimarrones o asilvestrados en la zonas rurales, donde ya produjeron pérdidas por más de 4 millones de pesos al matar animales de los establecimientos agropecuarios, y además atentan contra la fauna silvestre.
El secretario Nicolás Lucas manifestó que el tema de los canes asilvestrados es uno de los asuntos que "ha quedado pendiente desde hace bastante tiempo", acotando que ahora "el punto de partida es la situación de desborde y descontrol que se vive en la zona rural por la presencia de estos animales".
En ese sentido, confirmó que se la ha declarado especie dañina y que se tomó la decisión de controlarla después de los resultados de un estudio realizado y de un "profundo y meditado debate sobre las medidas que se debían tomar para enfrentar el problema", recordando que "esto tiene consecuencias tanto para la salud humana como para la propia producción". De ese modo, detalló que "la afectación a la producción ganadera es muy grande, donde se registraron varios miles de corderos, ovejas y carneros muertos; pero además la fauna nativa también se ve afectada por estos animales".
Remarcó que el plan de control se aplicará durante un año, y se lo desarrollará en conjunto con el CADIC, el INTA; y el Ministerio de Salud, de modo que "podamos contar con un plan de acción que sea científico, metódico y que pueda ser corregido en el tiempo", porque "no queremos salir a realizar cualquier cosa a mansalva, sino que cuente con un método específico, ya que se trata de un problema de compleja resolución, por lo que requiere de inteligencia para su abordaje".
Aclaró que la intención del plan es por lo menos controlar el daño que provocan, porque "si esos animales no representan una afectación a la salud o a la integridad física, como tampoco a la producción y a la fauna nativa, no habría razón para implementar este plan", acotando que si durante la aplicación del plan se llega a un punto donde la presencia de los animales no tiene incidencia en esos aspectos, es muy probable que no sea necesario erradicarlos.
De ese modo, remarcó que se deberá apostar a que "los municipios tomarán las medidas que corresponda en la fuente del problema, que es la tenencia irresponsable de mascotas, porque esos perros son aquellos que fueron abandonados y luego se asilvestran".
Entre las acciones que se desarrollarán en el marco del plan, indicó que el mismo está orientado estrictamente a las zonas rurales y especialmente a los perros asilvestrados, y que "cuenta con tres patas fundamentales: una es el estudio para compensar las dinámicas poblacionales, para ver cómo se mueven y cómo actúan; la segunda tiene que ver con el control, con métodos tipo cebo o trampas que provoquen la muerte del perro; y la tercera es para el control con método de exclusión, como por ejemplo utilizando alambres electrificados diseñado especialmente para los perros, de modo que permita aislar sectores de la presencia de perros". Así, anticipó que durante los próximos 12 meses "se recogerá la información de los resultados de esas acciones y sobre esa base se tomará la decisión sobre el método más adecuado para controlar el problema".

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