l historiador lanzó ayer en Ushuaia la cuarta parte de la zaga que es best seller en todo el país. El documento propone un intenso recorrido por el apasionante periodo de la Argentina Peronista que va de 1943 a 1955.
El peronismo es, sin dudas, uno de los periodos más apasionantes de la historia argentina y por ello el tema central de la cuarta parte de la zaga "Los Mitos de la Historia Argentina" de Felipe Pigna. El popular historiador argentino lanzó ayer en Ushuaia esta nueva producción en la que propone un intenso recorrido por el periodo que va del 1943 a 1955. La presentación, que tuvo lugar en la Escuela Especial Nº 1 Kayú Chénèn, contó con una importante convocatoria de público local, como ya es característico en cada lanzamiento que realiza el autor.
En esta oportunidad, Pigna mantuvo un intercambio ameno con el auditorio que siguió de cerca la entrevista pública realizada por el periodista Daniel Guzmán y el director de el diario del Fin del Mundo Roberto Cabezas.
"Los Mitos de la Historia Argentina 4 - La Argentina Peronista (1943 a 1955)" nace de una investigación de más de dos décadas, que fue escrita en los últimos dos años. En ella revela los aspectos más polémicos del movimiento político engendrado por el líder carismático Juan Domingo Perón, que pese a sus avatares aún perdura en el tiempo. Asimismo, analiza las trasformaciones logradas durante su primer periodo del gobierno peronista y la figura mítica de Evita, la mujer mas celebre de la historia Argentina, que despertó la pasión de las masas y el odio en muchos sectores.
De este modo, Felipe Pigna brinda una mirada incisiva sobre los diversos y contradictorios aspectos del Peronismo, sus protagonistas y desafíos que enfrentaron. La relaciones de Argentina con el mundo, principalmente Estados Unidos, y los lazos mantenidos con naciones que exportaron "refugiados nazis"; los choques con la oposición y la Iglesia Católica, la puja por la redistribución del ingreso y la construcción de la nueva Argentina. De este modo pone en evidencia los sucesos de esta etapa de la historia nacional, que tiene claras repercusiones en el presente.
Previo a su presentación, Felipe Pigna diálogo con este medio:
el diario del Fin del Mundo: ¿Cómo ve los cambios sucedidos en el peronismo?
Felipe Pigna: Hay algo muy curioso. Siempre las facciones peronistas se reclaman auténticas y genuinas. Todos dicen ser el peronismo verdadero, y eso pasaba aun en vida de Perón. Esto habla de un movimiento político muy incorrecto, inclasificable e interesante desde el punto de vista de análisis político e histórico. Y esta imposibilidad de clasificarlo, en términos por ejemplo de la sociología europea, o de la izquierda y derecha clásicas también lo tornan sumamente atractivo.
Éste es un fenómeno que surgió en otro momento del país, donde había un abandono absoluto de la clase trabajadora. Había una identidad que estaba mutando, y se iba trasformando, con la llegada de los migrantes internos a los centro urbanos. Gente que venía del campo, huyendo de la crisis del 30 que había castigado al sector.
Esa población venía sin una identidad política definida a un mundo del trabajo donde predominaban las ideas de izquierda, socialistas, anarquistas, comunistas, que no eran quizás las más cercanas a la gente vinculada a lo campestre, a lo más nacional, a lo católico. Había una falta de identidad social, que luego la encuentra en el peronismo. Es lo que los sociólogos la llaman "etapa de espera" periodo "stand by", que va mediados del 30 al 45. Allí se da todo un debate interno en el movimiento obrero a como va cambiar la identidad mayoritaria, de un movimiento izquierdista a un movimiento nacional y popular.
e.d.: ¿Qué descubrió durante su investigación?
F.P.: Mucho en torno a la política exterior de aquel momento. La brutal ofensiva de los Estados Unidos contra Argentina. Inclusive se llegó a planear el bombardeo de Buenos Aires por parte de la Marina Brasileña por encargo de Estados Unidos, en el año 45 justamente para que Perón no asuma. Esto habla del temor que tenia Estado Unidos a un cambio profundo en el modelo económico social de la Argentina, que en esos años era líder en América latina, y que disputaba palmo a palmo con Brasil la hegemonía del sur del continente. A su vez era la otra gran potencia competidora para los americanos a comienzos de los 40.
e.d.: ¿ Qué hubiera sido de la Argentina sin Perón?
F.P.: Sin Perón la Argentina de hoy sería otro país. Un país más parecido al resto de América Latina, en el peor sentido. Sin esa conciencia social que tenemos, sin esa claridad de que la salud y la educación deben ser públicas; el derecho de los trabajadores no siempre respetado, pero muy conciente en la gente. Evidentemente el peronismo marcó claramente a la Argentina. Para muchos hubiera sido mejor que no existiera y soñaban con que la izquierda llegara al poder, lo que era imposible. Aquellos que plantean que el peronismo obstruyó a la llegada de la izquierda al poder no conocen la historia Argentina.
Sin Perón, podría haber asumido una coalición de partidos, más bien conservadores con una pata de izquierda, que habría sido rápidamente desplazada del poder. En todo caso: ¿qué habría pasado con el sindicalismo, sin la presencia del peronismo? Quizás hubiera sido violentamente reprimido, como lo fue hasta ese momento, y asimismo tenido muchas dificultades en lograr lo que logro el peronismo a través de sus leyes sociales. En ese sentido, fue muy positivo, aunque con muchas cosas negativas que tienen que ver con su aspecto más oscuro: la cesura, la persecución a la oposición y secuestros que también formaron parte del peronismo. Este movimiento es un todo, y por su complejidad esta lleno de claros oscuros.
e.d.: ¿A qué le atribuye la decadencia del peronismo?
F.P.: Hay un vicio inicial que es el personalismo, que tiene que ver con la construcción personal del poder y la no creación de liderazgo horizontal. No hubo continuadores o segunda filas, porque todo se volvió muy personal, a dedo y la decisión en torno al cacicazgo. Esto ha sido así en la historia del peronismo: aparece un liderazgo carismático fuerte y no importa mucho qué características tenga esa persona que igual se encolumnan detrás. Pasó con Menem y Kirchner, dos personas aparentemente antagónicas. Hay un liderazgo que obnubila otros aspectos que serían positivos. Hay una identidad que se fue perdiendo con el tiempo. Creo que hasta 1983 uno decía peronista y sabia de qué estaba hablando, a partir de ese momento no. De Narváez, Macri se dicen peronistas, al igual que Menem. Eso muestra que los requisitos para serlo son cada vez más débiles. Sin embargo, en la gente se mantiene parte del folclore y tienen en claro sus concepciones independientemente de lo que quieren hacer los políticos partidarios con el sello de goma que hoy es el PJ.
e.d.: ¿ Si hubiera tenido la posibilidad de entrevistar a Perón qué le habría preguntado?
F.P.: Esencialmente le preguntaría si tenía claro, o no, cómo se iba a desarrollar este movimiento o si fue improvisando sobre la marcha. Otra pregunta sería si se fue adaptando o tenía un plan preconcebido. Qué grado de autonomía tenía Evita, para él. Y principalmente sobre su periodo final, por esta pérdida de rumbo que tuvo a partir del año 1953. Esa megalomanía y esa cuestión tan personalista que lo fue perdiendo y aislando.
Cabe destacar Felipe Pigna se ha consolidado por saber comunicar la historia al público, y especialmente logró conquistar a la franja joven, al instalar un nuevo concepto y lenguaje para la divulgación del pasado nacional. Sus apariciones mediáticas en Rock And Pop, Radio Mitre, en los programas televisivos "Algo Habrá hecho", que conduce Mario Pergollini, y su labor impecable el programa "Lo Pasado Pensado", lo han popularizado y lo han vuelto un historiador "estrella", algo hasta el momento sin precedentes. En tanto, el autor anunció que la zaga de Los Mitos de la Historia Argentina se extenderá a otros volúmenes, hecho que ya genera expectativas en sus lectores aficionados.