Línea de transporte regular

Advierten una caída de la actividad ante las serias irregularidades que sufre el sector

17/02/2009
L

a Cámara de Transporte de Pasajeros y Carga de Ushuaia denunció ante funcionarios municipales la existencia de serios inconvenientes que sufren los trabajadores de línea regular, que ocasionaron importantes pérdidas económicas, debido a una marcada caída de la actividad del sector que alcanza un 40%.
Acusan que durante esta temporada de verano se ha incrementado la cantidad de transportistas públicos y privados que ingresan turistas al Parque Nacional, a primeras horas de la mañana y fuera del horario de control de acceso a la reserva, con el único fin de evadir el pago de la entrada, que a partir del primero enero pasó a costar 50 pesos para los extranjeros. Consideran que esta situación se debe a la falta de control por parte de los organismos de tránsito municipal y agentes supervisores de parque nacional. Como consecuencia de estas irregularidades los trasportes de línea regular salen desde la terminal de ómnibus cada una hora con vehículos de 15 asientos, trasportando solo uno, dos y hasta ningún pasajero.
Durante este reclamo formalizado la semana pasada ante cinco concejales capitalinos, los trabajadores también hicieron saber la necesidad de contar con un edificio que pueda contener a los conductores de unidades y agentes expendedores de boletos durante la espera de pasajeros. Actualmente las instalaciones de la nueva terminal -ubicada en inmediaciones de la explanada de avenida Maipú y Fadul- se encuentran afectadas a tareas del Municipio y con agentes de tránsito. Según denunciaron a el diario del Fin del Mundo "no cumple con la función para lo que fue creada mediante decreto municipal en 2007".
Por este motivo, los choferes deben ofrecer sus servicios a los turistas en la vía pública situación que despierta la desconfianza del visitante que generalmente y como en cualquier sitio del mundo que este medianamente organizado, busca ser atendido en una estación terminal, de lo contrario, en alguna boleterías. Incluso este medio pudo constatar la existencia de ciertos folletos distribuidos por la propia Secretaría de Turismo municipal y el InFueTur que advierten, en forma casi alarmista a los visitantes: "No acepte ofertas "tentadoras" de excursiones en la vía pública" o "Lo barato sale caro". De este modo "los turistas salen con miedo, nos miran como si fuéramos criminales y no quieren subirse a las camionetas", aseguró un joven conductor de línea regular.
El presidente de la Cámara de Transporte, Jorge Arcos, popularmente conocido como "Pasarela", apuntó que "hace tiempo hubo un principio de acuerdo para la utilización y alquiler del edificio, pero desde hace algunos meses la Municipalidad puso inspectores de transito para la revisión ocular de los transportes públicos y privados de pasajeros, mientras que nosotros trabajamos en forma precaria a la intemperie". Sin embargo, reconoció que las instalaciones de la estación son de escasas dimensiones y sólo cuenta con un baño, motivo por el cual debería ser refaccionada integralmente. Lo mismo ocurre con las dársenas para coches particulares ubicadas entre a la terminal y el espacio donde estacionan los colectivos de larga distancia, que generan serios trastornos en la circulación de los vehículos.

Sin regulación

En tanto, Jorge Arcos adujo que hay una clara política que va en detrimento de los trabajadores del sector ya que continuamente se propicia "el negociado para algunos operadores turísticos que cobran por el servicio 90 dólares, mientras que la línea regular la gente puede ir al Parque por 20 dólares, y ese dinero queda acá". Asimismo enfatizó que "todos tenemos derecho a trabajar y el turista de elegir el servicio".
Ante este complejo escenario el referente de los transportistas anunció que los más de 200 trabajadores afectados al servicio de la línea regular se encuentran en estado alerta y movilización, con el propósito de repudiar la falta de regulación del sector y de normativas claras que sistematicen la actividad. Por ello adelantó que "si no hay vías de solución, no quita la posibilidad de que cuando llegue algún barco cortemos la Ruta 3, no va a trabajar más nadie".

Ordenanza bajo la lupa

Edgardo Calaio, un propietario de un vehículo que realiza recorrido regular, salió al cruce para cuestionar una de las últimas normativas sancionadas por el Concejo Deliberante capitalino a fin del ciclo 2007. Destacó que "la última ordenanza nos exige tener antes de fin de año una flota de cinco camionetas por cada empresa, lo que es totalmente paradójico con la situación que estamos viviendo", y agregó "si nos ocasiona pérdidas trabajar con un solo vehículo comprar y mantener cinco es más que irrisorio". Actualmente hay diez empresas habilitadas que nuclean a 37 unidades. No obstante, en razón de cinco vehículos por cada firma pasarían a conformar una flota de 50 coches, pese a que la estación solo dispone de 15 plataformas y que la rentabilidad por cada coche cayó en casi un 50% en relación a periodos anteriores.
Por este motivo, Calaio insistió en la necesidad de "rever las ordenanzas vigentes y que los organismos competentes: Municipio, Concejo Deliberante y organismos de trasporte, garanticen una legislación clara".