Juicio por mala praxis

Juicio oral contra un médico del hospital

15/04/2009
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a primera jornada del juicio por mala praxis contra el doctor Adrián Onetto, cirujano infantil, se llevó a cabo ayer en el Poder Judicial. El médico enfrenta las acusaciones de dos víctimas menores de edad, cuyas cirugías se realizaron en el año 2003 y 2004. Durante la mañana expuso su defensa presentando material bibliográfico utilizado durante la carrera de medicina, así como también gráficos explicativos para justificar su forma de actuar en ambos casos. Después se conocieron los argumentos de la querella y la fiscalía.
El juicio estuvo dirigido por el Juez Maximiliano García Arpón; el Fiscal Daniel Curtale; así como también el abogado querellante de la familia Alsogaray, Federico Rauch, y el defensor de Onetto, doctor Raúl Paderne.
La primera acusación contra el cirujano involucra a un niño cuyos padres consultaron a Onetto por la presencia de "un bulto extraño" en su cuello. Tras examinarlo físicamente, el médico ordenó la realización de una cirugía para extirparle lo que supuso era "un nódulo" que podía ser de carácter maligno. Según los padres del menor, la operación debía realizarse detrás del cuello, y después de que se llevara a cabo la cirugía advirtieron que, contrariamente, la cicatriz estaba ubicada en la parte anterior del cuello, cerca de la glándula tiroides.
El material extraído del cuerpo del niño fue analizado por LALCEC, y se determinó que efectivamente contenía fragmentos de tejido de la glándula tiroides, por lo que los padres del menor iniciaron una causa por mala praxis, fundamentando que Onetto le había realizado una tiroidectomía parcial a su hijo, es decir que le había extirpado innecesariamente la mitad del lóbulo derecho de la glándula.
En diálogo con el diario del Fin del Mundo, Dora Vera, la madre de la otra víctima, dijo que "lo llevamos a la guardia del hospital porque tenía el testículo derecho hinchado y negro, nos derivaron al doctor Onetto y él dijo que tenía hidrocele del lado derecho y que había que operarlo urgentemente". Posteriormente ordenó el examen prequirúrgico y una ecografía, en la que se confirmó que padecía hidrocele comunicante en el testículo derecho.
La madre del niño señaló que tras la operación decidió no ver la cicatriz, "porque estaba embarazada de 8 meses y era impresionable"; por lo que al recibir el alta médico volvieron a su casa y fue recién el día después cuando se percató de que la operación había sido realizada en el testículo izquierdo. Durante la noche el niño fue llevado nuevamente al hospital porque presentaba los mismos síntomas que antes de que se le practicara la cirugía, y tras reunirse con el doctor Onetto sin obtener el motivo por el cual la operación se había hecho "en el lugar equivocado", decidieron consultar a otros especialistas e iniciar una causa por mala praxis.
Así lograron tomar conocimiento de que "la operación no era necesaria ya que él tenía apenas un año y 10 meses y su organismo seguiría desarrollándose hasta sanar solo", según explicó Vera. "Ya que se equivocó de lado, no estoy segura de qué le puede haber hecho cuando lo operó, podría haber modificado algo importante. No sé si necesitaba la plata, que me dijo que había que operarlo ya mismo", concluyó.
Por otro lado, la madre de la víctima remarcó que una de las hojas de la historia clínica de su hijo "desapareció", la cual contenía la firma del médico indicando "hidrocele lado derecho, operación programada para el 13/06/2003".

La defensa

En su defensa, el doctor Adrián Onetto se refirió al caso del "bulto en el cuello", y dijo que a través del examen físico descubrió un bulto en la parte de adelante del cuello, por lo que ordenó la cirugía. Señaló también que haberle realizado una tiroidectomía "sería imposible, somos 2 especialistas en la provincia, y se necesita el cirujano principal y 2 más", y explicó que para extirpar la glándula es necesario manipular la arteria carótida, por lo que si se le hubiera practicado esa operación "se hubiera muerto desangrado".
El médico remarcó que "no hubo sangrado, no se ligó la arteria y no se irritaron las cuerdas vocales. Yo creo que él tuvo una tiroides ectópica, que eso es lo que le extraje". Además destacó que se trata de un caso en el que "no se terminó de formar correctamente la tiroides en el desarrollo intrauterino, es decir que estaba disminuida desde antes de nacer", explicando así que la deficiencia de la glándula no está relacionada con la operación que él le practicó al niño.
Por otra parte, teniendo en cuenta la acusación en su contra por parte de los padres del niño con hidrocele, aseguró que la hidrocele suele manifestarse "cambiando de lugar", y explicó que él realizó un estudio en el escroto del niño utilizando una luz que resaltaba la presencia de líquido en los testículos, mediante la cual logró determinar que en ese momento el paciente tenía hidrocele en el testículo izquierdo.
Según Onetto, "en ambos casos se examinó a los pacientes clínicamente, se dio un diagnóstico certero con una patología que se confirmó al momento de la cirugía. Ni me equivoqué de lado, ni extirpé la glándula", concluyó.

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