Judiciales

Comenzó el juicio por doble homicidio

23/06/2009
E

l juicio por homicidio reiterado doblemente agravado comenzó ayer, con la declaración de los imputados y los testigos en la causa por el incendio intencional de una vivienda que produjo la muerte de 2 personas. Los efectivos policiales realizaron requisas a los presentes, ya que una mujer intentó ingresar al salón con una navaja.

Los imputados acusados de la muerte de Fernando Montoya y su hija Fernanda, tras el incendio intencional ocurrido en el mes de julio de 2008, declararon ayer en la primera jornada del juicio por "homicidio reiterado doblemente agravado por alevosía y ensañamiento".
Miguel Ángel Sánchez señaló que esa noche el menor, apodado "Coco", lo llamó alrededor de la una y fue a su casa. Posteriormente fueron en taxi a la vivienda de la víctima, colocando una mochila con nafta, una soga y maderas en el baúl. Según Sánchez, entraron los 2 y el menor "lo metió en la pieza cuando lo vio, empezamos a hablar sin pegarle" y él le preguntó a la víctima si la nena estaba en el lugar, a lo que el hombre respondió que no. "Le dije a Coco que se fije si estaba la nena, entró a la pieza y me dijo que no estaba", aseguró el imputado. Además dijo que la niña a veces se quedaba a dormir en la casa de una vecina. Por otro lado, dijo que "Fernando se puso boca abajo en la cama, Coco se sentó arriba, le puso una bolsa en la cabeza y una media en la boca. A los 20 minutos de que le salía sangre el corazón no se le sentía. Salí de la pieza a mirar por la ventana para que nadie nos viera, Coco salió rociando con nafta, prendió fuego y nos fuimos. Tiré la mochila en el bosquecito, le di plata para el taxi y me fui a mi casa".
En ese sentido, el Tribunal destacó que su declaración no era igual a la realizada en la etapa instructora, por lo que él aseguró que "Coco me dijo lo que tenía que decir, me ofreció plata del padre para que me hiciera cargo de la culpa, porque él era chico", y que sólo le interesaba decir la verdad frente al Tribunal, no antes. Según el imputado, después del siniestro lo llamaron desde la casa de su pareja, Alicia, y le dijeron que Fernando y su hija habían fallecido. Según Sánchez, "era como mi hija, Coco y Fernando me habían dicho que ella no estaba. Me vine al suelo". Finalmente señaló que "Coco me pedía plata, siempre quería ir a quemar la casa con amigos porque Fernando le rompió la camioneta al padre. Yo le decía que no se metiera, que era conmigo el problema", y concluyó ante el Tribunal asegurando que "estoy diciendo toda la verdad, lo que dije antes fue para venir hasta acá y declarar directamente con ustedes".
Por su parte, el menor dio una versión muy diferente del hecho. En primer lugar dijo, sollozando: "Yo quiero ir a mi casa, no maté a nadie", y luego señaló que él trabajaba con Miguel Sánchez ayudando al padre, y aclaró que consume drogas y alcohol desde los 11 años. "Siempre estaba drogado, trabajaba con mi papá pero él no me daba la plata, pagaba la pensión con eso, para que no me comprara nada raro", aseguró. Además dijo que mantenía una amistad con Miguel. Según "Coco", el hombre le había contado que "se había puesto de novio con una mujer, y quería ir a pegarle al ex marido. Estaba todo el día pendiente de su señora, la controlaba mucho. Decía que el hombre lo insultaba mucho y molestaba a su pareja". El menor relató que "me llamó para que fuera a su casa. Nunca lo había visto así, me decía que yo le debía favores, me sentía mal. Me dijo que la criatura no estaba, que estaba viendo películas en la casa de la madre. Dijo que lo tenía que atar para pegarle un par de piñas, para que se deje de molestar. Subimos al taxi con una mochila de escalar de él, pensé que tenía una manta o algo así para taparlo y pegarle. Yo llevé unos trapos para que no me reconociera que le había pegado y me denunciara, Miguel me dio un palo y entramos, el hombre escuchó. Le puse el palo en el pecho para asustarlo porque no sabía si tenía un arma y me podía matar, prendió la luz y vio a Miguel, entonces él me dijo que le pasara la soga que estaba en la mochila, lo ató, le puso la media en la boca, le puso la bolsa en la cabeza y cuando se terminó de asfixiar le cortó el cuello con un cuchillo que sacó de la campera, y después sacó nafta de la mochila, roció al vago, prendió un fósforo, hubo una explosión y salimos. Le dije en todo momento que pare, pero no podía hacer nada, tenía mucho miedo. Salimos corriendo y tiró las cosas. Yo tiré el palo, me dio $10 para un taxi y me fui a mi casa".
Finalmente, el menor dijo que "él decía que el hombre le rayó la camioneta, mi papá se la sacó y le dijo que la dejara en el negocio. Discutían mucho por eso últimamente. Él decía que quería pegarle al hombre, nunca pensé que iba a pasar esto. Me enteré que había muerto una criatura y me quería matar, no sé qué hacer con las pesadillas. En la comisaría me golpeó un panel, me decía que me haga cargo y que iba a salir porque era menor, yo le dije que no".
Durante el mediodía se presentó a declarar Alicia Pérez, quien señaló que no conoce al menor, pero que comenzó una relación con Sánchez en febrero de 2008, cuando se separó de su marido. Según ella, la relación era aceptada por su familia, y que "a veces me iba a dormir a la casa de él. Fernanda se quedó con el papá, porque era su casa, tenía sus cosas, en lo de mi mamá no teníamos comodidades, y le quedaba lejos para ir a la escuela. Yo me fui con el nene porque era chiquito. Fernando se había enojado porque salía con Miguel, pero a lo último habíamos hablado y le expliqué que no teníamos que pelear más. La nena no iba a dormir a ningún otro lado, ni a la casa de los vecinos".
Por otro lado, relató que había discutido con el imputado porque "me había enterado que estaba con otra mujer, y él me amenazó, reaccionaba violento y se ponía nervioso. Una vez dijo que Fernando le manchó con pintura la camioneta, y que iba a ir ahí, andaba con un arma, y que no iba a quedar nadie, él sabía que mi hija estaba ahí, que no iba a ningún lado y menos tan tarde. Para Miguel lo más importante era su hija, como para mí la mía, por eso no entiendo cómo hizo algo así".
Posteriormente declaró el hermano de Alicia, aportando detalles de menor importancia para el desarrollo de la causa, y la psicóloga que realizó el peritaje en los imputados, quien explicó que la evaluación mental de Sánchez mostró un trastorno "paranoide" de la personalidad, no una psicosis, descripto como "el sentimiento de que todas las acciones se dirigen en su contra". También se sumó al juicio el testimonio de Guillermo Luis Percello, el padre del menor imputado, quien aseguró que "lamentablemente ese chico no tuvo madre y no tuvo padre, no me ocupé de su adicción debidamente".
Finalmente, alrededor de las 13 se conoció el último testimonio, por parte del socio de Percello, quien dijo haber mantenido una relación laboral con los 2 imputados, y que el menor "a Miguel lo tenía como tío, como ejemplo, le tenía mucha confianza. Coco se llevaba mejor con él que con su padre". Tras sus palabras, los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Roberto Magraner y Maximiliano García Arpón resolvieron realizar un cuarto intermedio hasta hoy a las 10, cuando el proceso continúe con los alegatos de los defensores y la Fiscal Marcela Bragulat.

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