Trasladaron dos helicópteros a Marambio para evacuar un paciente de la Base Brown

Se cumplen 39 años de un operativo de rescate aéreo en la Antártida

30/06/2009
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oy se conmemoran 39 años del desarrollo de un exitoso operativo de evacuación y relevo del Jefe de la Estación Científica Almirante Brown de la Antártida Argentina, quien presentaba un estado de salud delicado. Para esta misión se utilizó un avión Hércules C-130 que transportó a dos helicópteros hasta la entonces Base Aérea Vicecomodoro Marambio, los que partieron hacia la Estación Científica, donde arribaron previa escala en la Base Aérea Teniente Matienzo.
El portal de la Fundación Marambio recuerda que a mediados de junio de 1970, el director Nacional del Antártico, General de Brigada Jorge Leal, le solicitó al Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina la colaboración de la Fuerza para efectuar la evacuación aérea del Jefe de la Estación Científica Almirante Brown de la Antártida Argentina, quien presentaba un estado de salud delicado, que obligaba su inmediato traslado al continente.
Realizar una misión de esas características, en esta época del año, implicaba resolver varios problemas, de modo que la Fuerza Aérea comenzó a planificar la evacuación. Para esto, se convocaron a los especialistas de diferentes sistemas de armas para elaborar los modos de acción.
Las características geográficas en la estación científica Almirante Brown y sus proximidades, no posibilitaban la operación de los aviones DHC-6 Twin Otter y DHC-2 Beaver, destacados en las Bases Aéreas Antárticas Marambio y Matienzo. El mar congelado tampoco garantizaba el empleo de un hidroavión HU-16B Albatros. En el mes de junio la luz diurna es escasa, apenas seis horas, amanece a las 10:00 y oscurece a las 16:00. Además, las condiciones meteorológicas suelen empeorar con gran rapidez produciéndose tormentas violentas, los temporales son comunes y duran varios días.
Luego de estudiar detenidamente la situación, se consideró que con el empleo de dos helicópteros Hughes 500 OH-6A podrían realizar la operación con éxito.
Estas máquinas pertenecientes a la VII Brigada Aérea se trasladarían en la bodega de un avión Lockheed C-130 Hércules entre la I Brigada Aérea y la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, y luego de armadas realizarían el vuelo hasta Base Aérea Teniente Matienzo donde pernoctarían para regresar a Marambio al día siguiente.
El 28 de junio de 1970 los dos helicópteros fueron trasladados en vuelo a El Palomar donde luego de desarmarles el rotor principal se los embarcó en el Hércules.
En horas de la mañana del día siguiente, el Hércules despegó con rumbo a Río Gallegos donde arribó a las 15:00 hs. Los estudios meteorológicos pronosticaban buen tiempo para las próximas 72 horas. El 30 de junio a las 7:30 el TC-62 despegó con destino a la Base Aérea Vicecomodoro Marambio de la Antártida Argentina, donde arribó a las 10:50 hs. Inmediatamente se armaron los helicópteros y se completó el combustible; y a las 12:10 ambas unidades iniciaron el primer tramo hasta la Base Aérea Teniente Matienzo donde aterrizaron una hora mas tarde.
En Matienzo se cargó combustible, empleando una bomba de transvase manual y a las 13:40 hs. despegaron con rumbo a la Estación Científica Almirante Brown.
Luego de recorrer unos 100 km., al llegar a las primeras elevaciones de la Península Antártica, las condiciones meteorológicas variaron. Una formación de stratus y nimbus stratus obligó a los helicópteros a modificar el rumbo y la altura de vuelo para no perder contacto con el suelo ya que la navegación era a rumbo y tiempo sin radioayudas de apoyo.
Sobre la isla Vansyk, en la bahía Guillermina, y ya bajo capa, el techo era de unos 150 metros y la visibilidad mejoraba de 1.500 a 3.000 metros.
Con esas condiciones cruzaron la Península Antártica, con fuertes vientos y turbulencias bien marcadas. Pero la determinación de los pilotos era firme, sabiendo que tenían una sola chance, no se amedrentaron, siguieron su ruta y arribaron a la estación científica Almirante Brown a las 14:40. Allí se produjo el aterrizaje de uno de los helicópteros ya que no había lugar apto para que ambos lo hicieran.
En esa oportunidad se realizó el relevo del Jefe de la Estación Científica, la que quedó a cargo del 1er. Teniente Médico de la Fuerza Aérea, Juan Carlos Villafañe, quién había viajado a bordo del Hughes que aterrizó. El mismo tenia experiencia Antártica, debido a que había invernado en años anteriores en las Bases Antárticas Belgrano y Matienzo.
A las 15:08, con el Jefe de la Estación saliente a bordo, despegaron los helicópteros hacia Matienzo para tratar de llegar con luz diurna.
Las condiciones meteorológicas empeoraron por una intensa nevada, con un techo de 50 metros y una visibilidad no superior a 500, lo que obligó a seguir volando hacia el norte por el estrecho Gerlache y a la altura de la isla Nansen Sur pudieron ascender y cruzar la península Antártica.
Afectados por fuertes vientos, con corrientes ascendentes y descendentes, arribaron a la Base Matienzo a las 16:00, con las últimas luces del día, y allí pernoctaron.
A las 11:25 del 1 de julio, despegaron con rumbo a la Base Marambio donde arribaron en una hora de vuelo. Cerca de las 13.30 aterrizó el Hércules, encontrando los helicópteros desarmados y listos para ser embarcados, tarea que realizaron con prontitud, y unos minutos después el avió decoló a Río Gallegos donde arribaron a las 17:15.
Así quedó concretada con pleno éxito esta compleja operación que puso una vez más de manifiesto la importancia que tiene la pista de la Base Marambio, pues de no contarse con la misma en esta época del año, no hubiera sido posible esta evacuación y, tal vez, con fatales consecuencias.