n el marco del plan de actualización y renovación de tecnologías y equipamiento, la Dirección Nacional del Antártico presentó nuevas adquisiciones de soporte logístico para la actividad científica en la Antártida. Se trata de dos botes semirrígidos, vehículos todo terreno y trajes antiexposición, que se destinarán a las bases antárticas durante la próxima campaña nacional.
Al respecto, el director Mariano Mémolli destacó que las adquisiciones forman parte de un proceso sistemático para mejorar la infraestructura de la actividad antártica y que "si bien se trata de la entrega de dos embarcaciones, es parte del fortalecimiento de la actividad antártica global que se inició con la construcción de un laboratorio en la base Jubany, la adquisición de alta tecnología que permite contar con una red sismológica que transmite datos en tiempo real a todo el planeta, la comunicación entre las seis bases permanentes a través de enlaces satelitales de internet, y la provisión de telefonía satelital para las personas que trabajan durante semanas en campamentos en zonas alejadas", entre otras cosas.
Cabe remarcar que la adquisición del equipamiento presentado actuará como una plataforma de inicio para nuevos proyectos, aunque "en primer término serán utilizados para la investigación de hidratos de metano, en un proyecto ambiental", anticipó el funcionario. Asimismo, aclaró que restan incorporar dos embarcaciones más, de las que se utilizarán para otros proyectos científicos de oceanografía y geología.
También explicó que la intención es hacer extensivo el uso de las embarcaciones "a otros proyectos que se irán sumando y también para hidrografía, ya que se les puede agregar sondas que permiten adaptarlos para este tipo de estudios". "Esto no es la entrega de sólo dos embarcaciones, si no mostrar los resultados de una política de Estado en la Antártida que permite evaluar el interés nacional, por la actividad antártica argentina a nivel científico, tecnológico, cultural y logístico, como pocas veces hubo", remarcó el director.
Proyecto "Hidratos de Metano" en el marco de la investigación del cambio climático
El proyecto multidisciplinario "Hidratos de Metano", a cargo de Rodolfo Del Valle, jefe del Departamento Ciencias de la Tierra del Instituto Antártico Argentino, propone investigar acumulaciones de hidratos de metano en sedimentos de fondo de la plataforma y el margen continental del extremo noreste de la península Antártica, estimar la dimensión de las mismas, establecer su origen e identificar los efectos sobre el clima global, causados por su desestabilización y los consecuentes escapes de metano a la atmósfera, los cuales fueron observados y corroborados en el estrecho Bouchard, en el noroeste del mar de Weddell.
Del Valle destacó la proyección científica de su investigación ya que se trata de un estudio "central para evaluar el cambio climático global y sus consecuencias en el resto del mundo". "Intentaremos explicar los escapes naturales de gas metano, que corroboramos año tras año, que se producen desde el fondo marino alrededor de la isla Marambio" comentó.
Con la contundencia de la referencia numérica, Del Valle detalló que el efecto invernadero del gas metano es "diez veces más poderoso, en su capacidad negativa, que el dióxido de carbono para producir el efecto en la atmósfera y provocar el calentamiento climático que ya es incontrastable".
"De las 7 últimas extinciones en masa que se han comprobado en nuestra historia geológica en los últimos 600 millones de años, que nos dejaron sin el 99% de las especies vivas, es decir, estamos conviviendo con el 1 % de las especies que existieron en la Tierra, 3 de ellas son atribuibles directamente a cambios climáticos y se debieron a emanaciones excepcionales de metano a la biósfera", explicó el investigador y consideró que "estudiar las emisiones de metano a la atmósfera, es casi una estrategia de supervivencia".
