Nada de que reírse, la educación sigue sin ser un servicio esencial

Nada de que reírse, la educación sigue sin ser un servicio esencial

10/08/2009
S
i bien en esta sección solemos tomarnos a la chacota la realidad y sus personajes, hoy la verdad que no tenemos nada de que reírnos. La ineptitud, la incapacidad, la intransigencia, la falta de sinceramiento y el eterno "verso" de quienes dicen defender el derecho a la educación continúan condenando a miles de chicos a la peor de las penas: la ignorancia. Pero qué puede esperarse de gobernantes y gremialistas mentirosos e ignorantes.
Lo que sigue fue escuchado en reunión de compañeros de colegio y resume una realidad que ni el Gobierno ni los gremios parecen estar capacitados para ver.
Dijo un pibe: "Todos se preocupan por lo que vamos a dejar de aprender, lo que nadie parece haberse puesto a pensar es, con toda esta falta de práctica, cuánto de lo que nos enseñaron pretenderán que nos acordemos a la hora de los exámenes, cuando pretendan justificar su incapacidad diciendo: ¡estos chicos no saben nada!".