omo usted podrá apreciar, señor lector, la crisis económica ha llegado a límites impensados en nuestra provincia. Tal es así que la señora ya no puede ni siquiera cargar la batería de su celular en su domicilio y tiene que hacerlo, como en este caso, en un colegio. El lugar es el José Martí, durante la reunión de los docentes con gente del Ministerio de Educación, a cuya área pertenece la mencionada dama, aunque habría que aclararle que la energía de los establecimientos escolares, que corre por cuenta del Gobierno, en definitiva la pagamos entre todos nosotros. Sería mejor que la improvisada señora pidiera un aumento de salarios a la Gobernadora o ¿será que tiene por costumbre llevar el cargador en su cartera a todos lados?
