El Nordwind, mítico velero considerado un estandarte del "nazismo", descansa desde hace más de 10 días en Ushuaia y su estadía se prolonga hasta el próximo domingo 20, en el muelle del AFASYN.
Alejada de aquella página negra de la historia de la humanidad, la embarcación cuya construcción fue ordenada por Adolf Hitler en 1939 con la finalidad de dar muestras de la prevalencia de la raza aria en el mundo surca los mares australes en busca de aventuras.
Luego de pasar por Buenos Aires y otros puertos patagónicos llegó a la capital provincial, en una navegación por los canales fueguinos. Tras la estadía en Ushuaia pondrá proa al Cabo de Hornos en busca de las aguas del Pacífico.
El velero es uno de los dos barcos gemelos construidos por la armada alemana en 1939 para revertir la pobre imagen alemana en las olimpiadas de 1936: el Nordwind y el Ostwind.
El trabajo de mantenimiento del capitán Michel Virenque y su tripulación argentina denota una labor constante cuando el velero toca puerto. Los años parecen no haber transcurrido para la embarcación de más de 70 años. La cubierta reluce intacta.
La construcción del barco respondió al deseo de Hitler de demostrar la superioridad aria que el discurso nazi sostenía y los barcos gemelos tenían el único objetivo de romper todos los récords de velocidad de la época.
Los yates de Hitler, de los cuales queda uno solo y fueron diseñados por el prestigioso ingeniero naval Henry Gruber logran ese objetivo. Se convirtieron en barcos emblemáticos e imbatibles por varias décadas en las competencias a mar abierto dado que durante 25 años mantuvo el record en la Fastnet Race.
Los rumores de la historia señalan que Adolfo Hitler y su amante, Eva Braun, usaron uno de los yates para sus viajes de placer. Además se afirma que Hitler sentía adoración por los yates y a uno lo llamaba "dama especial".
El Nordwind es hoy, después de varios dueños y restauraciones, el único yate de Hitler que sobrevive. Pues su gemelo, el Ostwind, se hundió en Estados Unidos luego de ser trasladado en 1947.