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roducto del constante aumento que se registra en el costo de vida, la pelea de los fueguinos por escaparle a la pobreza y la indigencia se hace cada mes más difícil.
El pasado mes de abril, una familia tipo –integrada por dos adultos y dos menores–precisó contar con 1295 pesos para no caer bajo la línea de indigencia, lo que implica que debió disponer de un 2,4% más que en marzo del ingreso familiar para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas.
Una situación similar se registró en cuanto al costo de la Canasta Básica Total, ya que entre marzo y abril también aumentó un 2,4%. En función de ello, una familia tipo debió disponer de 4750 pesos para no ser considerada, estadísticamente, como pobre.
Como dato de relevancia surge que el costo de ambas canastas sufrió un significativo aumento. En comparación con abril del año pasado, el valor de la Canasta Básica Alimentaria creció en un 24%, en tanto que desde julio de 2009 a esta parte el de la Canasta Básica Total registró un incremento de similares características.

Pobreza e indigencia, ciudad por ciudad

En el análisis discriminado por ciudades surge que en Río Grande tanto el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) como el de la Canasta Básica Total superó al registrado en Ushuaia en un 2,6%.
En la ciudad del norte del provincia, para escapara de la indigencia una familia tipo necesitó 1312,4 pesos contra los 1279,2 de Ushuaia. Los valores relevados por la Dirección de Estadísticas y Censo indican que en Río Grande el incremento de la CBA fue del 2,9% y en la capital provincial del 2%, en comparación con lo datos de marzo.
Otro tanto sucedió con la Canasta Básica Total. Mientras en Río Grande poder satisfacer
las necesidades básicas alimentarias más un conjunto de bienes y servicios no alimentarios, demandó a una familia tipo un ingreso de 4811 pesos, en Ushuaia la exigencia económica fue inferior ya que el costo de esa misma canasta se ubicó en los 4689 pesos.
La Canasta Básica Alimentaría está determinada en función de los hábitos de consumo de la población, tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles. Adicionando a la CBA los bienes y servicios no alimentarios se determina la Canasta Básica Total.