Acto en el Aeropuerto

Homenaje a caídos mártires de la Fuerza Aérea Argentina en la guerra de Malvinas

25/08/2010
E
l acto fue realizado por integrantes de la Fuerza Aérea Argentina pertenecientes al I Escuadrón Aeromóvil autodenominado Avutardas Salvajes, uno de los dos escuadrones que tuvo su base de operaciones en Río Grande para la defensa de la ciudad en el conflicto bélico de 1982 por las Islas Malvinas. La ceremonia se llevó a cabo en instalaciones del Aeropuerto Internacional Gobernador Ramón Trejo Noel.
Para rendir homenaje a los mártires de este escuadrón se eligió el marco de los festejos por el Bicentenario Argentino. Los caídos del grupo fueron los aviadores militares 1º Teniente José Ardiles; 1º Teniente Pedro Bean, Juan Bernhardt (cuyo nombre lleva una de las calles de Río Grande) y Héctor Volponi.
La delegación de integrantes de este recordado escuadrón fue encabezada por el Brigadier (R) Roberto Jannet, quien fuera piloto del cazabombardero M5 Dagger en el conflicto bélico, participando también en batallas conocidas en la historia como ‘El Callejón de las Bombas’ en el Estrecho San Carlos. Precisamente Jannet fue el encargado de brindar palabras alusivas.
El aviador militar retirado dijo en su discurso que la intención de congregarse los integrantes de este escuadrón en el marco del Bicentenario, era “testimoniar con esta placa lo que viviéramos hace 28 años durante el conflicto del Atlántico Sur por nuestras Islas Malvinas, un grupo de argentinos de la Fuerza Aérea Argentina”.
“Un grupo humano bajo un ideal, que consecuentes con el ¡sí, Juro!, se conformó en equipo en el Sector de Defensa Río Grande, con un centro de información y control, un radar TPS 43, un escuadrón de aviones M5 Dagger con su soporte técnico y logístico, el guiado de aviones Lear Jet del Escuadrón ‘Fénix’; artillería antiaérea conjunta y alojados en la Base Aeronaval”, agregó.
“Así arribamos en los primeros días de abril (de 1982) con grandes expectativas por iniciar la operación en una pista corta para los aviones Mirage; que desde el primer aterrizaje hasta el último despegue fueran exitosos, superando profesionalmente tal limitación”, mencionó el militar.
Jannet relató que en aquellos tiempos se consolidó esta modalidad de escuadrón móvil con vuelos hacia las Islas Malvinas, “configurando nuestros aviones con el máximo peso posible de combustible y armamento que nos permitiera la navegación de ida, más un escaso tiempo sobre las islas y la vuelta al ‘nido’; sin posibilidad de alternativas. Así nos miraban a la par de la pista, las avutardas impertérritas, tan pesadas y grandes como configurábamos a nuestros aviones, lo cual nos hizo adoptar como nombre de todo el sector, el de ‘Avutardas Salvajes’. Desde entonces, orgullosos de haber sido consecuentes y fieles al llamado de la Patria, continuamos recordando tal gesta como tales y consecuentes al compromiso asumido”.