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oy se conmemora el séptimo aniversario del fallecimiento del general de división del Ejército Argentino, Hernán Pujato, un pionero y estratega del relevamiento y la ocupación argentina del sector antártico. Su muerte ocurrió en el Hospital Militar de Campo de Mayo, cuando tenía 99 años de edad.
Pujato nació en la ciudad de Diamante, provincia de Entre Ríos, el 5 de junio de 1904. Egresó del Colegio Militar de la Nación el 24 de julio de 1924, y como hombre de tropas de montaña adquiere la aptitud de Cóndor Dorado. Fue designado como agregado militar, y durante esa función expone su Plan Antártico al presidente Juan Domingo Perón en la Embajada Argentina en Bolivia.
Es así que en 1949 es comisionado a los Estados Unidos y Groenlandia para realizar cursos de supervivencia en frío extremo, iniciando así su preparación para operar en altas latitudes. En la década del 50 el presidente Perón le dio directivas y apoyo decisivo al proyecto estratégico de penetrar costas adentro del continente blanco, relevando su topografía hasta el Polo, establecer bases, refugios y una población permanente de familias, la que unos años después sería la base “Esperanza”.
Secundado por hombres como Mottet, Fintada, Giró Tapper, Muñoz y Leal, entre otros tantos, utilizó todos los medios disponibles para efectuar la ocupación y el relevamiento del Sector Antártico, persiguiendo siempre ese voraz horizonte como si fuese su propio destino, utilizando rompehielos, trineos de perros, tractores a oruga, avionetas, helicópteros, siendo siempre su objetivo final: el Polo Sur, extremo austral de la Patria y del mundo.
Grandes acciones de un gran visionario
Entre las muchas acciones se pueden mencionar al 12 de febrero de 1951, cuando zarpó la Primer Expedición Científica a la Antártida Continental, a bordo del transporte Santa Micaela, de la empresa Pérez Companc. En el puerto los despidió una multitud junto con el presidente Perón y su esposa Evita. Luego de una travesía, en la que estuvieron al borde del naufragio, arribaron a bahía Margarita, bajo el Círculo Polar Antártico. El grupo de invernada, asistido por conscriptos voluntarios, construyó la base San Martín, 1er. Estación Científica Continental Argentina y en aquel entonces la más austral del mundo.
También es importante destacar que Hernán Pujato impulsó, entre otras cosas, la creación del Instituto Antártico Argentino (IAA), dedicado específicamente a las investigaciones científicas y la adquisición de un rompehielos para penetrar las aguas congeladas del mar de Weddell. Luego de un informe desfavorable del Consejo de Ministros de Perón, desalentando la compra de un rompehielos por su alto costo, Pujato le solicitó al Presidente la autorización para buscar el navío adecuado. En un astillero de Alemania, reactivado en la post guerra, obtuvo un buque nuevo a costo muy inferior al analizado por los ministros y disponible en pocos meses: así nació el estoico rompehielos ARA Q–4 General San Martín, apodado afectuosamente “el sapo” por tener su quilla de forma ovoide. Era el primer barco botado en ese astillero después de la guerra y el primer rompehielos argentino.
Sus escoradas y cabeceos al navegar el pasaje de Drake lo hicieron célebre entre sus numerosas tripulaciones y dotaciones de las bases. Partía los hielos por embestida o por peso, montándose sobre el pack y llenando con agua sus tres compartimentos situados a proa, babor y estribor. A veces era necesario dinamitar el hielo que obstruía su paso. Su casco era de acero reforzado con soldadura especial. Una joya de su época. En 1954, durante su viaje de bautismo, sobre las placas de hielo flotantes del mar de Weddell establece el récord mundial histórico de navegación al sur. Los pertrechos que se desembarcan serán utilizados para fundar la base Belgrano I como escalón avanzado al Polo. La incorporación de este buque facilitó el transporte de materiales, para la construcción de bases y refugios, de vehículos, trineos, víveres, elementos indispensables de todo tipo, y el traslado de las dotaciones de relevo. La base Belgrano se ubica en la costa Confin, en el extremo sur del mar de Weddell. Fue construida en una barrera de hielos, sin suelo firme debajo, sino el mar. Previendo que el gigantesco bandejón de hielos se desprendería sobre el mar (tal como sucedió), fue abandonada y reemplazada con la base Belgrano II en 1979.
En 1952, como director del Instituto Antártico Argentino, le asigna al capitán Jorge Leal la misión de fundar la base Esperanza en el norte de la península donde proyectaba, a futuro, asentar una población permanente.
El 16 de septiembre de 1955 el presidente Perón fue derrocado y a su regreso unos pocos familiares y amigos los recibieron. Posteriormente pasó a situación de retiro efectivo. Para ese entonces había recorrido extensas regiones jamás antes avistadas por hombre alguno.
Con el tiempo, fue honrado por importantes instituciones nacionales e internacionales; en 1981 se lo designa como “Comandante Antártico Honorario” y recibe además medallas, condecoraciones y reconocimientos por su elevado sentido del deber, abnegación y patriotismo.
El día 7 de septiembre de 2003, fallece en el Hospital Militar Campo de Mayo, a los 99 años de edad. Sus cenizas fueron llevadas por su expresa voluntad a Base San Martín en el 2004, cuando se cumplían los 100 años de permanencia argentina en la Antártida.
