Automovilismo Nacional

Lucas Garro, campeón nacional

20/12/2010
E
l autódromo Oscar y Juan Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires fue el escenario elegido para el competencia de cierre de temporada tanto del Turismo Pista Clase 3 como de la monomarca Copa Fiesta, donde la armada fueguina compuesta por Lucas Garro, Lucas Yerobi, Emilio Pavlov y Gastón Rumachella volvió a representarnos de la mejor manera.
En lo que respecta a la Copa Fiesta, ésta sería una fecha especial ya que se correrían dos competencias, una el sábado y otra el domingo, con la totalidad de los puntos en juego para cada una, o sea 20 por jornada. Esto sin dudas que afectaría en forma directa a la sumatoria del campeonato donde muchos se podrían postular en a la pugna por la presea de campeón. Otra de las cosas era que cada piloto tendría un invitado que sería el que estaría al mando del Fiesta en la carera del sábado. Estas situaciones pusieron el condimento suficiente para hacer una finalización de torneo muy entretenida.
El viernes en horas del mediodía comenzaban las acciones con tandas de entrenamientos no oficiales para pilotos titulares donde Pavlov era el más rápido, y si bien en pista estaba casi la totalidad de la categoría, Rumachella y Garro se las arreglaban para escoltarlo. Posteriormente le tocaría a los invitados. El de Pavlov era Mauricio Rossi, el de Garro; “Leo” Agnes y el de Rumachella; Lucas Yerobi. Excepto éste último, los otros dos era la primera vez que se subirían al Fiesta, de a poco ambos fueron mejorando el training. Demás está decir que Yerobi, recordando sus inicios en este segmento, lo hizo hablar al fiestita, de hecho al momento de clasificar metía la pole y nuevamente sorprendía Pavlov que por una ínfima diferencia hacía el segundo mejor tiempo. El que venía muy complicado ya que su unidad no tenía un buen rendimiento, era Garro que por más que trataba de hacer todo a fondo, el motor no le daba el rendimiento de veces anteriores. En clasificaciones se metía octavo y empezaba a ver que se le podría escapar el campeonato y no había mucho que hacer con respecto al impulsor.
El sábado era la primera carrera. Yerobi y Rossi conformaban la primera línea en la grilla inicial. Al momento de largar Yerobi sin problemas mantenía la colocación. Rossi caía en el clasificatorio y en la segunda vuelta aparentemente lo tocaban lo hizo que se despistara y rompiera mucho el auto sin posibilidades de volver a pista. Por su parte, Agnes en el auto de Garo, tenía una falla donde se cortaba el motor y también quedaba fuera de carrera, una cosa más que se sumaba a distanciar al campeonato de Garro.
Con el correr de las vueltas otro de los que pretendían quedarse con el torneo, Alejandro García, se le pegaba al paragolpes de Yerobi. Éste haciendo gala de su oficio sobre el auto, y sabiendo que García tenía un medio mecánico superior al suyo, supo poner todo en la pista tapando bien los radios sin dejar ningún agujero que García pueda utilizar para pasarlo. Vuelta tras vuelta el escolta de Yerobi lo buscó pero el fueguino supo hacer las cosas muy bien para quedarse con la carrera.
Para el domingo se subían los pilotos titulares. En función del torneo y largando desde el primer cajón, Rumachella casi tenía el campeonato en el bolsillo, sólo tendría que entrar dentro de los primeros cinco para conseguirlo. Sin problemas se mantenía en punta y García se le prendía al paragolpes. Cumplimentadas cinco vueltas, le pegaban muy fuerte de atrás a Rumachella metiéndole la chapa muy profundo, tanto que empezó a raspar en la cubierta trasera rompiéndola, eso desembocó en una entrada a boxes que sentenciaría su sumatoria en función del título perdiendo una vuelta y todas las expectativas.
Por su parte, Pavlov y Garro que largaron desde la última fila venían remontando de a poco. A tres vueltas de comenzar Pavlov perdía una rueda y se despistaba muy fuerte. Aparentemente la maza que sostiene la rueda trasera habría quedado sentida del palo del día anterior y fue la culpable de este otro golpe que no pasó a mayores en la integridad del piloto.
Garro haciendo lo posible para tratar de mantenerse lograba llegar hasta la sexta posición pero no con muchas posibilidades de correr a los que lo precedían, y más viendo que su directo competidor por el título estaba liderando la carrera. Faltando una vuelta, vendría un golpe de escena, los cuatro de la punta se chocaban entre sí y Garro lograba sortear para meterse segundo pegado al nuevo líder, Víctor Lovizio. Llegó el banderazo final y empezaban a aflorar las calculadoras parta ver la sumatoria de puntos en función del campeonato. Pero las cosas no terminaban ahí, posteriormente entraban los autos a pesaje y nuevamente otro golpe de escena, García no daba con la tara oficial y quedaba descalificado con lo cual Garro ya se consagraba campeón, sumado a eso caía una sanción sobre el ganador de la segunda carrera, Lovizio, dándole el triunfo a Lucas Garro que lograba su primer título de campeón nacional del torneo Clausura de la divisional y se adjudicaba el subcampeonato del torneo Anual.

Lucas Yerobi tiene un cañón

El Turismo Pista Clase 3 también fue por su última contienda. Lucas Yerobi llegaba con muchas incógnitas sobre el desempeño de su nueva unidad ya que la fecha anterior fue su primer contacto con ella y si bien en esa ocasión en las primeras vueltas tuvo una buena impresión, promediando la carrera se venía abajo el rendimiento de chasis provocando que al auto barriera mucho de trompa y por consecuencia se iba arriba en las tiempos. En el lapso hasta esta carrera se trabajo sobre la unidad donde se encontraron algunos detalles no poco importantes que se corrigieron. Así llegaba Lucas a éste último compromiso del año.
El viernes por la mañana en el primer contacto con la pista el auto se mostró mejor que en la ocasión anterior. Después de algunos modificaciones en la puesta a punta Yerobi nuevamente salía al asfalto y empezaba a reflejar en lo cronómetros que el auto había pegado un salto importante, de hecho Lucas se bajaba después de la tanda de entrenamientos, muy conforme con su unidad.
Esta carrera del TP también era de características especiales ya que serían 18 vueltas que equivalían a 100 kilómetros y tendrían que entrar a boxes y cambiar una cubierta en plena carrera, a todo se sumaba que otorgaría el doble de puntos.
Las tandas de entrenamientos siguieron durante gran parte del sábado para finalizar las acciones con la clasificación donde Lucas quedaba séptimo. Una posición un poco mentirosa ya que al bajarse de auto él manifestaba que no había podido cerrar una buena vuelta y que sabía que estaba para más. Así fue que llegó el domingo y Lucas se metía en el séptimo cajón inicial. Al momento del semáforo en verde, el fueguino largaba muy bien y al llegar a la primera curva ya se metía cuarto reafirmando sus dichos del día anterior “el auto es un cañón”. En la segunda vuelta aparecía sobre la recta principal en el segundo lugar y en el siguiente giro ya era el líder del pelotón. A partir de ahí empezó a hacer una luz con respecto a sus perseguidores hasta legar a la vuelta siete donde entró a boxes para cumplimentar con el cambio de cubierta. Para esta instancia los mecánicos tenían todo preparado, pero al sacar la segunda turca, la dilatación por temperatura que tenía ésta hizo que se trabara dentro del tubo y perdieran mucho tiempo hasta poder sacarla, alrededor de 10 segundos, y continuar con el cambio. Este tiempo se reflejó en pista y Lucas volvía en la undécima posición. Con una andar contundente, un segundo más rápido que el líder de la competencia, Lucas empezó a pasar auto sistemáticamente en cada vuelta hasta llegar a la cuarta posición, pero lamentablemente caía la bandera a cuadros y se terminaba la carrera. Yerobi llegaba a boxes y se bajaba del auto más que conforme ya que en sólo dos carreras lograron encontrar un auto muy competitivo, contundente, que no pierde el ritmo con el correr de las vueltas y que deja ver a las claras que en 2011 será el icono para resto de los pilotos.
Finalizada la carrera los autos fueron a revisión técnica, el ganador, Carlos Panagópulo, no lograba superarla, con lo cual Yerobi accedía al tercer escalón del podio.
Un excelente fin de temporada para nuestro piloto que sigue siendo protagonista en cada presentación, y que a pesar de las contingencias que soportó durante el año, no bajó los brazos y sigue siendo uno de los mejores del TP Clase 3. Por tal hecho desde hace un año y medio que está en el segmento y empezó con el 70 en sus laterales, esta temporada fue el portador del 10 y para el próximo año pintará el Nº 5.
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