En el astillero TANDANOR

Avanzan los trabajos para la reparación del rompehielos “Almirante Irízar”

22/02/2011
I
ngenieros y técnicos siguen avanzando con los trabajos de recuperación y reparación del rompehielos de la Armada Argentina “Almirante Irízar”, a quienes se les suma el personal que integra la dotación del buque, que sufrió un incendio en abril de 2007.
La obra, de características únicas en el país, se lleva a cabo en el astillero TANDANOR, señala el sitio web La Gaceta Marinera, donde se destaca que la primera tarea fue extraer unas 770 toneladas de elementos quemados que no pueden ser reutilizados.
Además se debieron reacondicionar las secciones del rompehielos para adaptarlo a las exigencias de los estándares internacionales para los buques que operan en la Antártida; y se debe lograr la unión perfecta entre las instalaciones viejas y las nuevas.
“Cuando el buque incendiado llegó a remolque hasta Puerto Belgrano se llamó al astillero constructor Wartsila para que hicieran un informe de daños, fundamental para determinar en qué condiciones se encontraba el buque”, recuerda el capitán de fragata Fernando Rial, que ejerce el comando de la emblemática embarcación desde enero de 2008.
Aquel astillero finlandés dictaminó que el buque era reparable, pero que en las condiciones que se encontraba no era aconsejable remolcarlo hasta Finlandia, por lo que el trabajo debía realizarse en un astillero argentino. Así, el Ministerio de Defensa evaluó el informe y decidió repararlo, sabiendo que el daño era importante, ya que se quemó un 70% del sector comprendido desde la mitad del buque hacia popa, sumado a que hacia proa debía efectuarse una modernización y adaptación.
Con la decisión tomada, se firmó el contrato con el astillero TANDANOR, el que a su vez subcontrató a empresas de primer nivel internacional para la adquisición de los cuatro motores diesel, los motores eléctricos principales y todo lo necesario para el área electrónica.
En ese sentido, el capitán Rial manifestó que “estamos previendo un ‘Irízar’ de acá a 20 o 30 años”, acotando que “el desafío para TANDANOR y para la Armada es inmenso, ya que esta es la reparación más grande que ha tenido el astillero en toda su existencia y presenta más dificultades que hacer un buque nuevo”.
Respecto de las acciones, el comandante del buque comentó que al día de hoy, los operarios se encuentran en un proceso de terminar de retirar los elementos quemados y se están preparando las cubiertas para poder ingresar con los nuevos componentes. Asimismo, se está arenando el casco para hacer el tratamiento de toda su superficie, y se están construyendo los bloques que serán instalados, prearmados, como superestructura popel. Luego se le montarán los motores, para lo que se colocó un tinglado que los protegerá en caso de lluvias.
Cabe señalar que todos los procesos son lentos, se debe ir desarmando parte por parte para luego, comenzar a montar todo con los materiales nuevos y además hacer las modificaciones que marca la sociedad de clasificación para que el “Irízar” vuelva a los hielos antárticos.