Causa por el crimen de María Mabel Almada

El único detenido amplió su indagatoria y se proclamó inocente

26/07/2011
E
l único detenido por el crimen de la joven María Mabel Almada, ocurrido en agosto de 2004, amplió ayer su declaración indagatoria ante la Justicia y volvió a proclamarse inocente.
Javier Gangas, apresado hace diez días en Puerto Madryn, Chubut, insistió en que trataba de manera frecuente a Almada, quien ejercía la prostitución, pero negó cualquier relación con el asesinato de la mujer, cuyo cuerpo apareció tirado sobre la costa del Canal Beagle, con huellas de haber sido golpeado en la cabeza.
Por su parte el abogado de Gangas, Raúl Paderne, desacreditó la prueba de ADN que derivó en la detención y procesamiento de su asistido, al considerar que no demuestra su participación en el hecho.
La jueza de instrucción María Cristina Barrionuevo ordenó detener al sospechoso tras el resultado de un examen genético que halló compatibilidad entre su patrón de ADN y una muestra levantada de un reloj encontrado cerca del cadáver.
La hipótesis de los investigadores es que ese reloj pertenece al asesino de Almada y que pudo haberse caído en la playa porque la víctima estuvo a punto de arrancárselo durante un forcejeo antes de morir.
Con este nuevo elemento de prueba Barrionuevo dictó el procesamiento de Gangas como posible autor del crimen y dispuso su prisión preventiva.
El joven ya había sido indagado por el caso en 2005 pero su situación había sido resuelta como falta de mérito. En aquella oportunidad lo acusaba el testimonio de un preso que declaró que durante un asado Gangas le habría confesado el homicidio. Sin embargo la versión perdió fuerza al demostrarse que el ahora detenido había sido testigo en un juicio por robo en contra del mismo preso que lo estaba acusando, lo que hizo suponer una supuesta venganza.

“Un error de la jueza”

Paderne, el abogado de Gangas, afirmó ayer en Radio Nacional que en la malla del reloj donde fue levantado el material genético había cuatro tipos de ADN, tres pertenecientes a hombres (uno es Gangas) y uno a una mujer.
El abogado consideró “un error” de la jueza atribuir la propiedad del reloj a su defendido y no “al resto de las personas cuyo material genético también fue hallado en el mismo lugar”.
Paderne también mencionó que, aún así, la propiedad del reloj “no prueba el homicidio”, ya que “mi defendido reconoció la existencia de una relación con Almada en el marco de un comercio sexual”.
Inclusive, sobre el examen genético, el letrado deslizó que podría haber existido “una muestra contaminada” debido a las múltiples pericias a las que sometieron el reloj.
“Primero se hizo un examen macroscópico y se determinó que hubo un forzamiento de una de las manecillas, y hasta se lo comparó con fotografías de Gangas portando un reloj que resultó no coincidir con este”, explicó Paderne.
El defensor confirmó que apelarán el auto de procesamiento y prisión preventiva contra su cliente, y que entre otros argumentos se solicitará la nulidad de la pericia genética.
Aunque el abogado no dio nombres, reveló que en la causa hay elementos suficientes como para atribuirle “la propiedad de ese reloj a otra persona y que permitirían investigar otras hipótesis”.

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