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propósito de haberse cumplido un nuevo aniversario de la muerte de José de San Martín, el historiador Felipe Pigna dialogó con el EDFM sobre la vida del prócer “más querido por la gente junto con Manuel Belgrano”, según opina el autor de Los Mitos de la Historia Argentina.
Pigna, quien presentó varias de sus obras en Ushuaia y que visita la provincia regularmente desde el año 2000, trabaja ahora sobre un nuevo libro, titulado “Mujeres tenían que ser”, donde se narran aspectos salientes de la vida de las mujeres más emblemáticas del país.
El conductor de la saga televisiva “Algo habrán hecho” deslizó incluso que en noviembre podría venir a la capital fueguina para presentar ese trabajo y para dar una charla abierta al público.
EDFM: ¿Valora la sociedad argentina lo que representó San Martín para la historia del país?
Felipe Pigna: San Martín es alguien poco valorado en toda su dimensión. O, en todo caso, valorado en algún aspecto como el militar, dejando de lado toda su pasión política, sus ideas, su aporte fundamental a la historia del país. De todos modos me parece que esa valoración se ha ido modificando y también que se lo acercó desde un punto de vista afectivo. Creo que ahora junto con Manuel Belgrano es uno de los personajes más queridos por la gente. Es importante que se haya dejado de lado ese respeto reverencial, casi de bronce, que se le profesaba a su figura. Parecía que se lo respetaba pero no se lo quería.
EDFM: ¿Y qué cambió para que ahora se lo quiera?
FP: Hubo que sacarse el prejuicio de asociar a San Martín con la dictadura. Algo que es absolutamente contrario a las ideas que él tenía. Un hombre de ideas muy progresistas y para nada asociado con aquel período negro de nuestra historia. Por suerte fue pasando el tiempo y la gente se fue apropiando de sus cosas: el himno, el escudo, la bandera y también San Martín.
EDFM: ¿Qué ideas propiciaba San Martín, más allá de lo militar?
FP: Primero el gran interés que tenía por la educación. Recordemos que gobernó durante tres años las provincias de San Juan, San Luis y Mendoza y también lo hizo en Perú. Y en cada caso combatió el oscurantismo y la inquisición, reivindicó los pueblos originarios y fomentó actividades como el teatro, por entonces mal visto sobre todo por las castas eclesiásticas, que lo veían como algo demoníaco. San Martín lo convierte en un arte oficial porque él era también un hombre ligado al arte, al que por ejemplo le gustaba mucho la música. De hecho era un gran ejecutante de guitarra, actividad que había estudiado en España. También creó bibliotecas, tanto en Mendoza como en Santiago y en Lima.
EDFM: ¿Qué medidas pueden destacarse del San Martín gobernante?
FP: El aplicó el plan de operaciones de Mariano Moreno en las provincias de Cuyo, que le había acercado su colaborador y amigo Bernardo de Monteagudo. Así, por ejemplo, expropió tierras a los enemigos de la revolución, fomentó la industria y la vinivicultura, para lo cual trajo especialistas de Francia, e implementó técnicas de riego sobre zonas desérticas basado en los saberes de los habitantes originarios.
EDFM: ¿Cómo definiría el Cruce de los Andes?
FP: Se ha minimizado el cruce de tanto repetirlo, como si hubiera sido algo sencillo. Y la verdad es que se trata de una proeza que no tiene antecedentes en el mundo. Porque por ejemplo el cruce de los Alpes por Napoleón se hizo por caminos que eran prácticamente rutas, con senderos que venían de la época de los romanos. Acá hubo que improvisar y pasar por senderos de no más de cincuenta centímetros, en una obra de estrategia y logística que llevó tres años preparar. También en eso San Martín fue genial. Por eso digo que hay que reconocer sus diferentes facetas.
EDFM: ¿Qué le pareció la película “Revolución”?
FP: Me pareció buena. Yo le hubiera dado un poco más de dimensión a la idea global del cruce. Tal vez se queda un poco en la anécdota de la gente que cruza y no en las consecuencias que tuvo para la actividad revolucionaria. Igual es una película que vale la pena ver y que acerca a la gente a San Martín. Además Rodrigo (De la Serna) está extraordinario en el papel y es un hallazgo el acento andaluz porque era una persona que había vivido más de veinte años en España.
EDFM: ¿Qué opina sobre que se muestre a un San Martín muy enfermo?
FP: Me parece bien. El machismo militar disimuló durante mucho tiempo que San Martín pudo haber cruzado parte de la cordillera en camilla, porque era una imagen no adecuada a un héroe. Yo creo todo lo contrario.
EDFM: ¿Hay ficción en algunas escenas, por ejemplo la que San Martín resuelve por dónde cruza una de las columnas del ejército?
FP: Sí, hay un poco de ficción. En realidad la decisión de por dónde van a pasar las columnas se toma con todo el estado mayor y en base a las observaciones de Alvarez Condarco que fue el gran estratega e ingeniero militar que tuvo San Martín. Allí es donde se elige pasar por cuatro de los diez o doce pasos posibles. Fue un trabajo de inteligencia y de espionaje extraordinario. Eran 700 espías dispersos por todo Chile que trabajaron para el ejército de Los Andes.
EDFM: Sobrevuela en la vida de San Martín y en la de otros próceres de la época la idea de un fin mayor a la propia existencia. ¿Coincide con ello?
FP: Claro, es lo que justifica lo demás. Porque había que convencer a la gente de un ejército prácticamente sin paga a hacer un cruce por la cordillera sin los elementos necesarios. En la historia hay dos ejemplos muy claros de ese espíritu reinante: el cruce de Los Andes y el éxodo jujeño. De hecho en la película se muestra un diálogo entre San Martín y Belgrano donde se reflejan esos ideales, porque se admite que los líderes que luchaban por la causa no eran tantos. Y sin embargo nadie piensa en abandonar la lucha.