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a secretaria de Salud Comunitaria, Nora Guastini, subrayó que “el ingreso de estos equipos, tramitados por Fondo Federal Solidario (conocido como Fondo de la Soja) y que tuvieron un costo de alrededor de 120 mil pesos, forma parte del proceso que se viene llevando a cabo desde el Ministerio para renovar y actualizar la tecnología de los servicios de salud”, para confirmar que “en este caso, las áreas beneficiadas son las de Otorrinolaringología y Fonoaudiología del Hospital Regional Ushuaia”.
“Para poder mantener la calidad de atención y brindar prácticas y procedimientos acordes al momento actual, manteniendo y aumentando el nivel de complejidad, es necesario renovar los equipos, con nuevos y modernos dispositivos”, argumentó la funcionaria, a la vez que adelantó que “también están en trámite avanzado otras compras de mayor envergadura”, cuyos procedimientos administrativos fueron más complejos. “Así que esperamos estar entregándolas próximamente a ambos hospitales”.
Respecto del Fibrorinolaringoscopio pediátrico, el otorrino Gustavo Kogan anotó que “si bien ya teníamos uno, no era pediátrico; y éste nos permite realizar estudios en neonatos y niños chicos, porque tiene un diámetro muy pequeño”.
El profesional observó además que “una de las ventaja que tiene es que podemos filmar los estudios, para que el paciente se lo lleve en un CD y, en caso de derivación, mostrarlo en diferentes centros de atención”.
Explicó que Fibrorinolaringoscopio “tiene como finalidad detectar patologías, tanto en fosas nasales, en faringe y también hacer estudios de las cuerdas vocales y de laringe en general”.
En cuanto al Otomicroscopio, dijo que “sirve para todo lo relacionado con la cirugía del oído”, y remarcó que “es un equipo que supera en calidad y capacidad al existente, y que nos permite trabajar perfectamente en distintas patologías del oído que requieren de práctica quirúrgica”.
Sobre el Audiómetro clínico AC40, la jefa de la Unidad de Fonoaudiología, Juliana Mónaco, comentó que “permite realizar las audiometrías, logoaudiometrías, pruebas de reclutamiento de fatiga auditiva, y todo tipo de estudios que necesita el otorrino para hacer un diagnóstico”. La Fonoaudióloga señaló que el equipo “es más moderno que el que existía”.
Además destacó que “tiene la ventaja de que puede estar conectado a la impresora e imprimir el estudio, y también pueden grabarse los datos del paciente. Así que el profesional puede saber cómo estuvo la audiometría anterior, en caso de que se trata de un paciente que venga seguido”.
“Se puede armar la historia clínica de un paciente directamente en el aparato nuevo, que es de última tecnología. Es como si tuviera una computadora”, sintetizó Mónaco.
La profesional destacó que el contar con dos equipos “posibilitará también ampliar la entrega de turnos”, toda vez que “con la construcción del CAPS Nº 8 –del barrio Río Pipo– solicitamos que se acondicionara un consultorio ahí para poder realizar estudios en esa zona de la ciudad”.
